La misteriosa luz que iluminó Aysén: Registran caída de meteorito en la zona

A las 22.45 hrs. de este viernes, habitantes de la región de Aysén avistaron un cielo radiante, luminoso, acompañado de un fuerte estruendo.

Las cámaras de sus celulares registraban un hecho inusual, que mantuvo en alerta a todos quienes lo presenciaron. Intrigados publicaron estás imágenes, en busca de una explicación, la que fue confirmada a las pocas horas por astrónomos.

Lee también: Conoce más sobre las charlas gratuitas de astronomía para niños durante este fin de semana

Gentileza: Vía Austral

En conversación con Futuro 360, el astrónomo FCFM de la U. de Chile, César Fuentes, asegura que -por lo que se alcanza a observar en el registro- “aunque no se ve bien el color, es muy probablemente que sea la estela de un meteorito. Cayó a la atmósfera terrestre y -al desacelerarse la atmósfera- bajando su velocidad usualmente de unos 15 km. por segundo a unos pocos Km/h, en ese proceso pierde energía, esa energía se deposita en el meteorito, cual lo hace alcanzar altas temperaturas, que encienden sus compuestos de los cuales está formado, de lo cual dependiendo de su composición emite ciertos colores característicos.

“Es muy poco probable que este tipo de meteorito, que son bastantes comunes, con un tamaño lo suficientemente pequeño como para no llegar a ser meteoritos propiamente tal, llegar al suelo, puedan hacer un cráter o para ir a recoger una roca, sino que se queman en la atmósfera”, afirmó Fuentes.

Lee también: Cuna de estrellas: Descubren el potencial de un agujero negro inactivo

Dice, son bastantes bajos, dicho eso, se han visto meteoritos más grandes, que pueden generar mayor daño en ciudades, con la onda expansiva de su explosión, como el caso de hace unos pocos años de Rusia. El hecho que vayan a caer sobre alguien, claro, podrían causar daño, pero es un evento muy poco probable.

Agrega además que la frecuencia de estos eventos, pareciera aumentar ahora que cada uno de nosotros con un celular, se transmite, registra y reportar en cualquier parte del mundo.

“No ha aumentado la frecuencia. Caen alguno de estos a cuatro metros, por lo menos una vez al año. Los más grandes, son menos frecuentes, los más chicos caen todo el tiempo, sin causar ningún tipo de daño y probablemente sin que nadie los vea”, concluyó César.