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A través de la historia, nuestro planeta ha experimentado al menos cinco grandes extinciones masivas. Gran parte de estos eventos coincidieron con catástrofes provocadas por impactos de meteoritos, actividades geológicas y erupciones volcánicas.
Sin embargo, la extinción del período Devónico Tardío registrada hace 360 millones atrás, continúa siendo un gran misterio. No hay registros de impactos de meteoritos, ni registros de mercurio que se podrían haber acumulado producto de una enorme explosión de magma.
Lo que se sabe sobre ese periodo, es que el mundo se estaba calentando y saliendo de un periodo de glaciación. Esto no debería ser suficiente para poder gatillar una extinción masiva, sin embargo, científicos creen haber encontrado un preocupante nuevo componente para la muerte masiva de las especies.
Un registro de fósil sugiere que durante esa época hubo un dramático incremento de la radiación ultravioleta, causada por un debilitamiento temporal de la capa de ozono, mientras la Tierra se calentaba.
La conclusión es preocupante. Sugiere que la fragilidad de esta capa protectora podría ser una respuesta natural al calentamiento global. Ocasionando que el planeta se esté calentando a un ritmo acelerado en la actualidad.
Para conocer de estos efectos, investigadores recolectaron muestras de rocas en Groenlandia, los cuales estuvieron más cercanas al Ecuador durante el periodo Devónico. Los estudiaron para encontrar las respuestas que buscaban. Descubrieron que la mayoría de las esporas presentaban daños por radiación ultravioleta, evidenciando malformaciones en sus espinas e irregulares formas. Otras, mostraban malformaciones maliciosas y colores más oscuros, probablemente, como una forma de adaptación para protegerse de una radiación UV más fuerte.
El estudio indica que la capa de ozono en efecto se había debilitado, aumentando las cantidades de radiación presente en la superficie, destruyendo una amplia gama de vegetación. Y, como las plantas constituyen la base de la caden alimenticia, esto causó un efecto dominó extinguiendo a los herbívoros y a los carnívoros posteriormente.
Tesis en desarrollo, pero con alerta
¿Qué causó el debilitamiento del ozono? científicos aseguran que el calentamiento mismo. Mientras las temperaturas aumentaban, la producción de fluorocarbonos como el cloruro de metilo aumentaron de forma natural, subiendo a la atmósfera y actuando como catalizador de la ruptura de la capa protectora de la Tierra.
La situación se vuelve preocupante si consideramos que el planeta está pasando por un calentamiento, que está provocando el derretimiento de las reservas de agua congelada de la Tierra. Además, a esto se suma que la capa de ozono ya se ha visto enfrentada a situaciones de estrés.
“Después del debilitamiento de la capa de ozono en los años 70 y 80, el acuerdo de Montreal redujo fuertemente las emisiones de sustancias que destruyen el ozono. Esta se estabilizó en los 90 y se está recuperando en el siglo XXI”, aseguró Fabrice Lambert, investigador del departamento de Geografía Física de la Universidad Católica.
El académico explica que el ozono estratosférico (la capa entre la superficie hasta 12km se llama la troposfera, la capa arriba de ésta entre 12 km y 50 km se llama la estratósfera) es producido por rayos solares y es destruido por reacciones con moléculas de cloro estratosférico. Las emisiones antropogénicas de clorofluorocarbonos (CFC) han drásticamente aumentando las concentraciones de cloro en la estratósfera, lo que debilita la capa de ozono. “ Las erupciones volcánicas pueden también inyectar largas cantidades de cloro en la estratósfera y temporalmente debilitar la capa”
Con respecto al daño que puede provocar el cambio climático en el ozono, Lambert asegura que “aunque las emisiones de CFC han bajado mucho, el aumento de gases a efecto invernadero aumenta la temperatura en la tropósfera y reduce la temperatura en la estratósfera, lo que facilita la destrucción del ozono estratosférico. La recuperación de la capa de ozono se ve entonces comprometida por el calentamiento global”.
“El ozono absorbe los rayos ultravioletas del sol. Estos rayos dañan el ADN de los organismos en la superficie de la Tierra. Una capa de ozono débil, aumentaría la probabilidad de cáncer de la piel en los humanos. En caso extremo, podría afectar la reproducción de plantas y fitoplancton, poniendo en peligro la cadena trófica”, concluye el especialista.
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