Investigadores de la Universidad de Osaka, Japón, anunciaron que completaron exitosamente un trasplante de corazón pionero en su tipo.
En vez de reemplazar el órgano cardíaco completo del paciente con un uno nuevo, éstos expertos colocaron láminas degradables que contaban con células del primordial músculo en las áreas dañadas del corazón, y si el procedimiento tuvo el efecto deseando, podría eventualmente eliminar la necesidad de trasplantes completos en algunos casos.
Para cultivar dichas células, el equipo indujo unidades madre pluripotentes (iSP por su sigla en inglés). Los investigadores crearon éstas celdas reprogramando tejido sanguíneo y cutáneo, a una etapa parecida a la de un embrión.
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En dicha etapa, los expertos pueden “mimar” a las iSP para transformarse en cualquier tipo de célula que quisieran. En el caso de este estudio japonés, los investigadores crearon celdas cardíacas antes de colocarlas en pequeñas telas para que se disuelvan en el corazón.
El paciente que recibió el trasplante sufre de una cardiopatía isquémica, condición donde el corazón de la persona tiene problemas para bombear debido a que los músculos del órgano no reciben suficiente sangre.
En casos severos, la condición puede culminar en la necesidad de un trasplante, pero el equipo de Osaka espera que las células que implantaron secreten una proteína que ayude a regenerar las básculas sanguíneas, mejorando entonces la función cardíaca del paciente.
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Los investigadores planean monitorear al paciente por un año, y esperan conducir el mismo procedimiento en otras 9 personas que padezcan la misma condición en los siguientes 3 años.
Si todo resulta como lo planearon, el procedimiento podría volverse una necesaria alternativa para el déficit de donadores de órganos. Además, los expertos aseguran que es mucho más probable que el paciente que recibe el órgano tolere las células implantadas, que un órgano ajeno.
“Espero que este tipo de trasplante se vuelva una tecnología médica que pueda salvar la mayor cantidad de tema posible, ya que he conocido a muchas personas a las que no he podido salvar”, aseguró Yoshiki Sawa, principal autor del estudio a The Japan Times.
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