Con el objetivo de comparar la biodiversidad y abundancia de microorganismos de diferentes campos de nieve en la antártica, un equipo de investigadores del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh) se trasladó hasta dos sectores del continente blanco: las cercanías de las bases O´Higgins, Yelcho y Península Fildes.
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En el contexto de la Expedición Científica Antártica (ECA) 55, los expertos –liderados por el Dr. Iván Gómez– se centraron en estudiar la fisiología de las algas de nieve, microorganismos que poseen pigmentos fotoprotectores que, ante el estrés provocado por condiciones ambientales extremas como las del continente blanco, son capaces de teñir de color rojo o verde la nieve.
“Las algas de nieve son verdaderos sensores del cambio climático, ya que por su coloración son capaces de disminuir la reflexión solar en la nieve (fenómeno conocido como albedo) y por lo tanto acelerar el derretimiento de los campos de nieve con consecuencias importantes para el clima”, explicó el Dr. Gómez.
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“Sus respuestas fisiológicas nos darán información de primera mano sobre el estado ambiental de la Antártica, el lugar que alberga la mayor masa de hielo y nieve del planeta. Nuestros esfuerzos por integrar estudios sobre fotosíntesis y análisis genómico entregaran sin duda valiosa información sobre la adaptación de estos microorganismos al nuevo ambiente polar”, aseguró.
Tras seleccionar áreas con gran influencia marítima, los investigadores delimitaron con cuadrantes de 50×50
centímetros diversos sectores donde registraron presencia de nieve roja y verde y determinaron una serie de
parámetros fisiológicos.
“Las muestras que tomamos en las bases O’Higgins y Yelcho, se suman a las que extrajimos el 2018 en Bahía Fildes”,
explicó la ingeniera ambiental y asistente de investigación, Dayane Osman, agregando que “al obtener datos de
diferentes áreas de la Antártica, tendremos un espectro más amplio de lo que está ocurriendo”.
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Las microalgas obtenidas fueron filtradas y posteriormente guardadas a una temperatura de -80°C para finalmente ser trasladadas a los laboratorios donde se realizarán análisis genéticos.
A su vez, los científicos realizarán estimaciones de composición de algas de nieve a través de análisis genómico. Ello les permitirá realizar una comparación entre las especies de las bahías Fildes, Sur e islote Isabel Riquelme, entendiendo
cuáles son las similitudes y diferencias.
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