Desde que se supo del brote de esa misteriosa enfermedad que hoy conocemos como COVID-19 y de la que, más de seis meses después, todavía surgen nuevos datos, científicos chilenos han puesto manos a la obra para hallar formas de contener su propagación, tratar sus síntomas e incluso encontrar una vacuna.
Uno de estos métodos ocupa tecnología de inteligencia artificial y machine learning para enseñarle a una computadora los patrones que se pueden detectar en cientos de radiografías de personas que tuvieron COVID-19.
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De esta forma, la máquina carga esos datos en su memoria y “aprende” cómo luce una radiografía de un paciente con coronavirus, con lo que al analizar una nueva radiografía puede detectar por sus características si estamos en presencia o no de un contagiado.
“Agarramos una gran cantidad de radiografías de personas que sabemos que tienen COVID-19 y la metimos en la memoria de este computador con inteligencia artificial para que aprendiera a saber cómo se ve un paciente que tiene compromiso pulmonar por COVID-19“, explica el médico radiólogo de Red Salud doctor Nelson Mijac.
Otra de las innovadoras técnicas consiste en el uso de luz ultravioleta para desinfectar superficies. UV-Life es un método desarrollado en Chile con el que se elimina el virus de espacios cerrados. Es especialmente útil en centros de salud para limpiar áreas donde hubo pacientes con coronavirus. También sirve para hogares, oficinas, negocios y cualquier espacio cerrado que requiera ser desinfectado.
“La forma de usar el producto es poner la lámpara en el lugar de desinfección, durante 30 minutos en un área de 40 metros cuadrados. Además de sanitizar con luz ultravioleta, que inactiva el ADN de los microorganismos impidiendo su reproducción, nuestra lámpara genera ozono que es un potente desinfectante”, comenta Felipe Von Muhlenbrock, gerente de Marketing de UV-Life.
También en nuestro país se han desarrollado escudos faciales de bajo costo y alto rendimiento, un implemento de uso indispensable tanto por el personal de salud como de las personas que necesitan protección ante el virus y para evitar contagiar a otros.
“El escudo es ultra ligero es sanitizable, es de rápida fabricación es productivo y es muy económico“, señala Andrés Mitnik, directo de negocios de Fundación Chile.
Son muchos los avances que se han desarrollado en Chile para hacer frente a la pandemia. Y el nuevo test de PCR, más rápido y más económico, es una de las grande innovaciones locales que busca aumentar la capacidad de testeo y reducir los tiempos de espera del diagnóstico.
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“Nos encontramos en la fase final de estandarización y validación de una prueba de Q PCR, utilizamos una técnica similar a la oficial pero a un costo significativamente menor y con disponibilidad en el mercado. Pueden ser utilizadas en programas de testeos masivos”, indica el doctor Claudio Verdugo de la UACH.
Con el uso de la técnica de reconocimiento facial, una “cámara guardia” ayuda a limitar el acceso y vigilar la distancia social. “Este control de aforo es aplicable para el comercio y poder determinar el volumen de personas adecuado y detectar patrones de comportamiento a través de la tecnología y no de personas, que active los protocolos requeridos.”, dice Samuel Ramírez, director de Hikvision Chile, empresa que desarrolló esta tecnología.
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