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El urgente llamado de recintos de salud por falta de insumos y elementos de protección para el personal médico, ha sido uno de los puntos críticos en la crisis sanitaria provocada por el coronavirus en el país.
Pero, en los momentos más difíciles surgen las mejores ideas. Al menos así lo creen en SOS3DMakers, una de las tantas iniciativas nacidas desde organizaciones ciudadanas para combatir los efectos del COVID-19 con la tecnología de la impresión en tres dimensiones.
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El proyecto es liderado por Humberto Salinas, director nacional de la Asociación de Emprendedores de Chile, y Pedro Alberti, académico de la Universidad de Magallanes. Se trata de una red nacional de impresión 3D, con la que buscan ayudar en la creación y abastecimiento de insumos médicos en ciudades como Concepción, Viña del Mar, Iquique, Puerto Natales, entre otras.
“Partimos hace unos diez días, siempre con la intención de aportar con algo significativo. Ha sido una vorágine, desde ese momento mucha gente nos ha preguntado cómo ayudar. Actualmente, tenemos unas 12 ‘granjas’ con cerca de 50 máquinas de impresión”, cuenta Alberti desde Punta Arenas.
¿A qué se refiere el ingeniero cuando habla de “granjas”? La red funciona coordinando a empresas, centros educacionales o personas naturales que cuentan con dicha tecnología. Cada uno de estos centros funciona como laboratorios, encargándose de poner todas las máquinas a su alcance al servicio de la causa.
Hasta el momento, la agrupación se ha enfocado exclusivamente en elaborar máscaras faciales o viseras para la “primera línea” del personal médico. Así, buscaron entre los diseños de “código abierto” en internet, adoptando uno que -según explican- “tiene una producción menor de tiempo y gasta menos plástico”.
Para cumplir con su objetivo, la plataforma SOS3DMakers ha recibido incluso donaciones, como impresoras 3D o plástico. En esa línea, invitan a visitar su web, donde toda persona o grupo con la maquinaría necesaria puede constituir su granja.
“Para más adelante, estamos viendo qué otras cosas necesitan los hospitales. Podríamos llegar a hacer muchas cosas en estos makers, como derivadores o piezas para los respiradores”, asegura Alberti.
Impresión 3D, un “escudo” contra el coronavirus
“Es una metodología de construcción que no necesita matrices para fabricar. En ese sentido, puedes desarrollar piezas nuevas o modificar algunas existentes de manera fácil”, plantea Mauricio Cornejo, arquitecto, diseñador y cofundador de la empresa 3DMakers -que, a su vez, participa asesorando en la red nacional SOS3DMakers-.
Para él, esta técnica cuenta con ventajas y desventajas, ya que “si bien puede crear y replicar elementos, el proceso es lento y toma su tiempo”.
Pero esta “contra” se ha podido subsanar en nuestro país gracias a la enorme cantidad de iniciativas que han surgido en el área, las que permiten vislumbrar una gran inyección de insumos para los hospitales y clínicas del país en las próximas semanas, alivianando así un poco la lucha del personal médico.
Los escudos faciales -utilizadas como complemento de las mascarillas- son sin duda los productos más replicados. Si miramos solo en la Región Metropolitana, podemos encontrar varios de estos casos. Uno de ellos es el del Protolab de la Universidad Mayor que, por ejemplo, ya elaboró 100 de estas viseras que fueron enviadas al Hospital Félix Bulnes para su validación. Ahí, esperan llegar a producir dos mil protectores al mes.
“El área del emprendimiento siempre está buscando cuáles son las necesidades del entorno y viendo cómo solucionarlas. Cuando nos enfrentamos a la contingencia y empiezan a visibilizarse las necesidades de los servicios de salud, pusimos todos nuestros propósitos en aportar con soluciones”, comenta Ismael Espinoza, director de Emprendimiento de la casa de estudios.
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Incluso los propios recintos de la salud han decidido innovar con la impresión 3D. En el caso del Centro de Innovación de la Clínica Las Condes, esperan confeccionar 480 protectores faciales. Su diseño -aseguran- fue construido con las indicaciones propias del personal de Urgencia y ya ha comenzado a ser implementado por funcionarios del recinto.
“Con este proyecto se busca contribuir a la dotación de insumos clínicos para nuestros equipos, en virtud de disponer de todo el equipamiento básico que contribuya a su seguridad y cuidado”, sostiene el jefe del centro de innovación, Marcelo Gálvez.
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