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El rito funerario de cremación humana más antiguo conocido tuvo lugar al norte de Israel hace unos 9 mil años. La evidencia sugiere que un adulto joven fue incinerado en un pozo de flores.
Los arqueólogos encontraron los restos en un pozo similar a un horno. El cuidado con el que fue cremado y los elementos que componen la tumba, indican que se trató de un rito funerario, algo que se pensaba sólo habían empezado a hacer los humanos mucho tiempo después de esta muerte.
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El hallazgo tuvo lugar en el Valle Superior del Jordán en el norte de Israel. El pozo de entierro contenía 355 fragmentos de hueso, muchos de los cuales estaban quemados, dijo la investigadora Fanny Bocquentin, arqueoantropóloga del Centro Nacional Francés de Investigación Científica (CNRS), líder del estudio.
“Las renovadas excavaciones en el sitio neolítico de Beisamoun (Alto Valle del Jordán, Israel) han dado como resultado el descubrimiento de la primera ocurrencia de una cremación intencional en el Cercano Oriente, fechada directamente en 7031-6700 cal a. C. (Neolítico anterior a la alfarería C, también conocido como PPNB final, que abarca aproximadamente 7100-6400 cal BC)”, dice el resumen de la investigación.
En el lugar de la excavación encontraron los restos de un adulto joven, pero su sexo y altura siguen siendo un misterio, ya que la calidad de los huesos encontrados han impedido determinar estos datos con la tecnología disponible.
Lo que sí fue posible determinar fue una lesión que sufrió. Se cree que fue producto de una grave herida de la que probablemente sobrevivió en un primer momento, puesto que el hueso tiene indicios de haber comenzado a sanar, aunque la causa de muerte no está clara.
Los investigadores encontraron una punta de proyectil de pedernal de 1.2 centímetros incrustada en el hueso del hombro izquierdo, una lesión que probablemente desgarró el músculo y le habría causado “dolor severo pero no necesariamente una función deteriorada“, indica el informe del estudio.
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“La datación por radiocarbono del peroné (el hueso de la parte inferior de la pierna) reveló que la persona vivió en algún momento entre 7031 a. C. y 6700 a. C., durante la cultura C neolítica anterior a la alfarería. Eso significa que el difunto vivía entre los primeros agricultores que habían domesticado ciertos cereales y animales, pero que aún no habían descubierto cómo crear cerámica”, reseña Live Science.
La investigación fue desarrollada por el Ministerio francés para Europa y Asuntos Exteriores junto con la Autoridad de Antigüedades de Israel, y fue divulgada este miércoles, 12 de agosto, en la revista PLOS One.
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