Greenpeace: El doble escape de salmones muestra a una industria digna de un capítulo de “Los 3 chiflados”

Eduardo Riquelme, subscretario de Pesca y Acuicultura, junto con la ONG Greenpeace, cuestionaron el doble escape de peces de la salmonicultora Ventisqueros al interior de una de sus instalaciones en la Región de Los Lagos.

La organización ambientalista comparó este hecho con uno similar ocurrido en Estados Unidos en 2017, donde la fuga de 200 mil salmones decantó en la prohibición del cultivo de esta especie en el estado de Washington D.C. (el mayor productor de dicho producto en el país norteamericano).

Lee también: Osvaldo Ulloa y la importancia de los océanos: “Dependemos del mar y no tenemos conciencia sobre eso

Mauricio Ceballos, vocero de la compaña óceanos de Greenpeace, se manifestó indignado con respecto a la situación: “cómo puede ser que una empresa como Ventisqueros que se hace llamar “orgullo salmón”, un 26 de diciembre registran un primer escape de salmones y cinco días después  les ocurre un segundo escape el día 31 en las cercanías de Puerto Montt en el lugar donde se estaban acopiando los salmones recuperados tras el primer escape. La doble fuga de salmones muestra a una industria digna de un capítulo de ‘Los 3 chiflados’. Debemos detener esta comedia y entregar sanciones drásticas en donde efectivamente los responsables pierdan sus concesiones y licencias ambientales“.

Hasta ahora, Ventisqueros no ha entregado ninguna cifra oficial de la cantidad de salmones fugados tanto en Chiloé como en Puerto Montt. Ceballos, en un comunicado oficial de la ONG ambientalista, afirmó que los responsables son “los mismos que protagonizaron el vertido del año 2016, lo que significó la peor crisis medioambiental que recuerde la Región de Los Lagos”. Además, afirmó que de ese hecho y luego de 2 años de litigios, al 2018 todavía no se asigna a un responsable.

El impacto medioambiental

El 5 de julio de 2018, un aproximado de 700 mil salmones escaparon desde el centro Punta Redonda perteneciente a la empresa noruega Marine Harvest, ubicado en isla Huar. Del total de ejemplares se logró solamente recuperar a un 5%, lo cual significa una invasión masiva a los oceanos nativos chilenos.

Lee también: ¿Qué hacemos? El surfista y activista medioambiental Ramón Navarro nos invita a tomar acción por nuestro océano

En una entrevista realizada por The New York Times a un pescador artesanal llamado Luis Moyarga -quien ayudó a la recuperación de los peces extraviados-, los salmones serían altamente nocivos para la fauna endémica. “Nos destruyen la carnada, la sardina y el pejerrey. Es una especie voraz”, afirmó Moyarga.

La fuga ocurrida el 31 de diciembre vuelve a poner en discusión las medidas de fiscalización con respecto a la cosecha y tratamiento del segundo recurso más lucrativo de Chile, el cual sólo en 2017 logró recaudar más de 4 mil millones de dólares en ganancias, según cifras del Banco Central.