A veces nos preguntamos de dónde salieron las cosas que disfrutamos en la actualidad. Y las respuestas pueden sorprendernos por lo curiosa de sus historias. Es el caso de la popular bebida a base de ginebra, conocida como gin tonic.
Cuenta la leyenda que, hace unos 200 años, los soldados británicos combatían la malaria con agua tónica y un toque de quinina. Y, como la quinina no tenía un sabor muy agradable, a alguien se le ocurrió mezclarla con ginebra, agua y azúcar.
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Entre los siglos XVIII y XIX el imperio británico conquistaba grandes territorios de la India. Mucho obtuvo la corona de la explotación de esas tierras, incluyendo algo no tan codiciado: contagios de enfermedades como la malaria.
Para que tuviera éxito la colonización del territorio indio, el imperio tenía que controlar decena de enfermedades, pero la más temida era la malaria que diezmaba tropas. Registros indican que hacia 1840, los soldados y colonos británicos en la India usaban 700 toneladas anuales de corteza en polvo de quinina, un árbol originario del trópico americano y reconocido por sus propiedades contra la malaria y que importaban desde los dominios españoles en América.
Pero había un problema, la quinina tiene un insoportable saber amargo. Por ello, buscaron hacerlo más soportable y comenzaron a mezclarlo con azúcar y agua. Así inventaron el Indian Tonic Water, un refresco medicinal, que todavía se usa en las modernas latas de tónica.
Gracias a esta mezcla, muchas tropas británicas sobrevivieron en la India y que prosperaran asentamientos de colonos. Aún así, la bebida podía ser mejorada mucho más. Además de suavizar su sabor, los soldados necesitaban un extra de valor para conquistar tierras lejanas.
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Fue entonces cuando a algún soldado se le ocurrió añadirle ginebra a la mezcla de agua tónica con quinina. Esto provocó que no solo mitigara el amargor de la medicina sino que entregara energía y valor a las tropas. Además, era más barato que otras bebidas espirituosas y más “potable” que el agua de la que disponían para beber en los remotos campos. Así surgió el gin tonic.
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