El Índice Planeta Vivo (IPV) combina datos sobre miles de especies con estilos de vidas y estados de conservación diferentes, y concluye que varias de las poblaciones de animales analizadas han disminuido en más del 50% en promedio en las últimas dos generaciones.

Algunos datos:

  • La población de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuído en un promedio del 60% entre 1970 y 2014
  • Se estima que la tierra ha perdido la mitad de los corales en los últimos 30 años.
  • Un quinto del Amazonas ha desaparecido en 50 años.
  • La naturaleza proporciona servicios por un valor aproximado de 125 billones de dólares al año, al tiempo que ayuda a garantizar el suministro de aire fresco, agua potable, alimentos, energía, medicamentos y mucho más.
  • En promedio, las poblaciones de agua dulce se han reducido en un 83%. Y el IPV en los neotrópicos, el Caribe, América Central y del Sur y las franjas de Florida y Texas, ha disminuído un 89 por ciento.

Para detener la ola de extinción, dice National Geographic, se requerirá de una cooperación a escala mundial, puesto que uno de los problemas que advierten  los científicos es un retroceso internacional sobre las regulaciones ambientales.

Te puede interesar: Mark Minneboo y los efectos de la contaminación de los océanos: “Nosotros mismos estamos comiendo nuestro propio plástico”

La administración de Trump continúa presionando para frenar elementos de la Ley de Especies en Peligro, la política ambiental fundamental de los Estados Unidos. Esto, unido a las nuevas medidas del gobierno chino respecto a la legalización del comercio de cuernos de rinoceronte y huesos de tigre, y el impulso del presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro para impulsar la explotación del Amazonas, puede llevarnos a un problema peligroso de conservación.

De hecho, el Informe de Riesgo Global del Foro Económico Mundial destacó la pérdida de diversidad biológica y el colapso del ecosistema como una de las 10 principales amenazas económicas en 2018.

Economistas vs ecologistas

La revista también destacta puntos de vista como el del ecologista E.O. Wilson, quién plantea que la conservación animal ya no es un interés especial, si no un interés humano. “Tal vez haya llegado el momento de dejar de llamarlo visión ambientalista, como si fuera un esfuerzo sostenido afuera de la corriente principal de la actividad humana y comenzar a llamarlo la visión del mundo real”, dice Wilson en su libro El futuro de la vida

Te puede interesar:

La pelea entre economistas y ecologistas ha sido eterna. Los fanáticos de Wall Street no han podido ver el importante trabajo que la naturaleza hace por subsistir. Los polinizadores de animales son responsables de un tercio de toda la producción de alimentos y dependemos de animales masticadores para reciclar el suelo. Las aves, los murciélagos y los reptiles controlan a los mosquitos que propagan enfermedades. Solo por nombrar algunos ejemplo. Por lo mismo, las redes son fundamentales para la biodiversidad, el ecosistema y el destino de una población animal.

Según el informe, los “barrios” en mayor problema son los ecosistemas de agua dulce y los tropicales. Ambos son puntos críticos históricos ya que soportan una concentración inusualmente alta de especies. Pero la sobreexplotación, el cambio climático y la contaminación han eliminado estos hábitats que alguna vez fueron ricos.

Deja tu comentario


Estreno

Martes / 22:30 / CNN Chile