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Científicos descubrieron que los niños que experimentan violencia o traumas parecen envejecer más rápido, pasando por la pubertad de forma temprana y mostrando más señales de envejecimiento celular. 

Los expertos aseguran que los hallazgos adhieren a un creciente cuerpo de trabajo que sugiere que la adversidad temprana se podría “codificar biológicamente” con el potencial de causar daños a la salud a edades más avanzadas. 

“A la vez existen claras implicancias prácticas para todos estos descubrimientos”, aseguró la doctora Katie McLaughlin, coautora de la investigación y académica de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, a The Guardian.

Buscar la adversidad en niños que presentan muestras tempranas de entrar en la pubertad podría ayudar a quienes están en riesgo de desarrollar problemas físicos o mentales, aseguró la especialista. 

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Escribiendo en The Psychological Bulletin, McLaughlin y sus colegas describieron cómo analizaron 54 estudios que buscaban los impactos de dos formas de adversidad al comienzo de la pubertad y los marcadores etarios de las células de los niños afectados. 

En ambos casos el resultado reveló que los niños que experimentan violencia o traumas, pero no privación de servicios básicos, muestran envejecer aceleradamente en comparación a quienes no. 

Las figuras variaron a través de los diferentes estudios, pero la repetida exposición hacia la violencia parece estar enlazado a las niñas que experimentan la menarquia muchos meses antes que sus iguales. 

Aunque esto pareciera ser algo irrelevante, los expertos aseguran que es de suma importancia ya que la pubertad temprana está enlazada a enfermedades físicas y mentales en la adultez. 

En el caso del envejecimiento celular, medido con la disminución del tamaño de los telómeros; las “tapas” de las puntas de los cromosomas y la acumulación de grupos metilos en el ADN, el equipo aseguró que los niños que experimentaron violencia o traumas mostraron señales de meses hasta años más viejos de lo que realmente parecían. 

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“Sabemos que (estos indicadores) son poderosos predictores de posibles problemas a la salud e incluso mortalidad cuando son adultos”, agregó McLaughlin. Otros estudios en adultos sugieren que un envejecimiento biológico más rápido a nivel celular está asociado con condiciones como cáncer o enfermedades cardiovasculares. 

El equipo también examinó otros 25 estudios sobre el impacto de la adversidad infantil sobre el adelgazamiento de la capa exterior del cerebro, lo que ocurre con la edad y está asociado a un incremento en la eficiencia del procesamiento. 

“Lo que estamos viendo es que crecer en un ambiente peligrosos acelera el proceso de envejecimiento para las regiones del cerebro que procesan la información social y emocional, ayudándonos a identificar una amenaza y responder a ella”, explica McLaughlin. 

Esto podría verse como un beneficio a corto plazo, pero otros trabajo sugieren que cambios de ese tipo podrían estar asociados a problemas mentales. El adelgazamiento acelerado de la corteza cerebral se ha observado en niños privados de sus necesidades en las áreas relacionadas con la memoria y la toma de decisiones. 

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