No importa el ritmo, género musical o coreografía: la sincronización parece estar automatizada – como si se tratara de un efecto dominó.
Y a pesar de que haya ensayo o dedicación, el cerebro es el encargado de lograr dicha perfección. Un reciente estudio publicado en Nature menciona que nuestro cerebro tiene la habilidad de bloquear las señales que obstaculizan la sincronización, queriendo siempre llegar a la perfección.
Lee también: El vínculo entre la música que escuchas y ¿la economía del país?
“Desde una perspectiva neuro-perceptual podemos decir que siempre estamos haciendo un esfuerzo por dar forma al mundo, por organizarlo y completarlo. Lo incierto nos parece causar un temor a nivel cerebral”, asegura Pedro Salinas, psicólogo y académico de la Universidad Central, a Futuro 360.
Una teoría que fue descubierta por chamanes hace ya mucho, ahora la ciencia lo confirma y así lo afirman quienes lo llevan a la práctica.
“El cerebro humano tiende a la perfección. Es así como en el jazz, por ejemplo, la sincronía es la base de los resultados”, agregó Fernando Sandoval, compositor y director de la escuela de canto UCanSing.
Lee también: Elon Musk asegura que Neuralink será capaz de transmitir música directamente al cerebro
Mucho ensayo, práctica y dedicación – otro factor para alcanzar la sincronía o para ponerse en el lugar del otro. “En la base de esto encontramos unas neuronas llamadas ‘espejo’, que nos permiten empatizar con el otro desde sensaciones o emociones, y que también se pueden vincular al aprendizaje por imitación”, asevera Salinas.
“El estar sincronizado con el otro, es simplemente seguir la naturaleza de tu cuerpo. No estamos hechos para el caos, la naturaleza del ser humano sigue la armonía”, concluye Francisca Lastra, cantante y coach @Franlastramaya.
Deja tu comentario