Estudio: La sensibilidad está en los genes - (00:42)
Es una pregunta con una respuesta sorprendentemente difícil: ¿por qué la mayoría somos diestros, algunos zurdos, y la minoría ambidiestros? ¿Podemos apuntar a nuestros genes, o es un fenómeno contextual?
Un nuevo estudio de asociación amplia de los genes de más de 1,7 millones de personas no promete entregarnos todas las respuestas, pero nos está acercando a entender la combinación de factores que nos llevan a preferir una mano dominante.
“A pesar de que hay una fascinación duradera con la razón de por qué algunas personas son zurdas, diestras o ambas, entender por qué ocurre esto también es una pregunta importante, debido a que la dexteridad puede influenciar la estructura cerebral y la forma en que diferentes funciones son localizadas al interior del cerebro”, aseguró Sarah Medlan del Instituto QIMR Berghofer de Investigación Médica en Australia.
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En el que los investigadores aseguran es el estudio más grande de su tipo hasta la fecha, el equipo descubrió 41 cambios de bases pares en el ADN singulares que están vinculadas a las posibilidades de que una persona sea zurda, mientras que hallaron otras siete enlazadas a ser ambidiestro.
Desafortunadamente, eso no es todo. El equipo descubrió que estos cambios de bases pares sólo confirieron cerca del 12% de la variación de la dexteridad, lo que significa que hay algo más, o muchas otras cosas responsables de la preferencia de la mano hábil.
“Los resultados de nuestro análisis sugieren que los factores genéticos explican sólo un pequeño porcentaje de la variación en la dexteridad, mientras que los factores ambientales – al parecer – juegan un rol mucho más importante”, explicó David Evans, investigador de la Universidad de Queensland.
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“Este porcentaje fue similar para los ambidiestros, lo que significa que factores como herirse una mano o entrenar a través de un deporte o instrumentos musicales, juega un rol importante al momento de ocupar ambas manos de forma hábil”, concluyó Evans.
Para realizar el estudio, los investigadores juntaron información del BioBanco del Reino Unido, 23andMe, y el Consorcio Internacional sobre la Dexteridad, para crear una mega-base de datos de variantes genéticas con los genes de 1.766.671 personas.
La investigación fue publicada en Nature Human Behaviour.
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