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La nueva investigación sugiere que la familia de los dinosaurios conocida como Edmontosaurini pudo haber cruzado el camino de América del Norte a Asia y haberse adaptado al ambiente ártico. Las criaturas que viajaron a América del Norte evolucionaron a Edmontosaurus, y se cree que las que se quedaron en Asia y se mudaron a Japón evolucionaron para convertirse en Kamuysaurus.
Los paleontólogos dijeron que el dinosaurio descubierto en Hokkaido, Japón, en 2019, llamado Kamuysaurus, es primo cercano del Edmontosaurus, un tipo de hadrosaurio de pico de pato que se encuentra comúnmente en el registro fósil. Es conocido como el “caribú del Cretáceo” debido a su gran número y amplia gama, que se extendía desde Colorado hasta Alaska.
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“Eran dinosaurios increíblemente exitosos“, explicó el paleontólogo Yoshitsugu Kobayashi del Museo de la Universidad de Hokkaido en Japón y autor del estudio que publicó el miércoles en la revista PLOS ONE.
“Es fascinante pensar que probablemente usaron el ancestral Puente de la Tierra de Bering entre Asia y América del Norte para la migración de manera similar a los mamuts, los rinocerontes lanudos y los primeros humanos”.
Además, el estudio encontró que lo que se pensaba que era una nueva especie de dinosaurio polar identificado en 2015 en Alaska era, de hecho, un Edmontosaurus, que lleva el nombre de la ciudad de Alberta, Canadá.
Después de estudiar un gran número de huesos de hadrosaurio en colecciones de museos de todo el mundo, el equipo sugirió que el dinosaurio ártico, llamado Ugrunaaluk en 2015, había sido declarado erróneamente una especie nueva y única basada en rasgos juveniles.
“Este estudio es un maravilloso ejemplo de por qué los paleontólogos necesitan ser más conscientes de cómo el crecimiento individual y la etapa de vida de los fósiles importan cuando tratamos de interpretar las características anatómicas preservadas en ellos”, indicó el coautor del estudio Ronald Tykoski, director del laboratorio de paleontología en el Museo Perot de Naturaleza y Ciencia en Dallas.
Tony Fiorillo, conservador jefe del Museo Perot de Naturaleza y Ciencia y otro coautor, aseguró que había grandes diferencias entre los dinosaurios jóvenes y maduros del mismo tipo.
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“Cuando te miras a la cara a los cinco años, y como adulto, hay cambios. Cuando miramos a los dinosaurios, también tenemos que mirar las formas adultas. Solo miraron los huesos juveniles, y descubrimos que algunas características cambian a medida que maduran”.
Dada su amplia gama, Fiorillo cree que el Edmontosaurus habría podido adaptarse a una amplia variedad de condiciones ambientales, y la evidencia sugiere que pueden haber prosperado en las regiones polares.
Le dijo a CNN que las huellas encontradas en Alaska sugirieron que varias generaciones de dinosaurios vivían en manadas, aunque el clima hubiera sido más cálido que el Ártico actual, similar al que se encuentra en Seattle. Sin embargo, todavía habrían tenido que lidiar con largos períodos de oscuridad. Los fósiles sugirieron que sus huesos no crecían de manera uniforme, y tal vez el crecimiento se detuviera en el invierno.
A juicio de Fiorillo el Edmontosaurus y sus parientes cercanos habrían tenido una “extensión sustancial” en las partes septentrionales del mundo hace 70 millones de años.
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“No es poco realista compararlos con animales generalizados hoy en día, como ovejas de montaña, lobos y pumas en términos de su rango y números, que también deambulan por una mayor distribución geográfica”, sostuvo en un comunicado.
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