COVID-19 y gestación: Llaman a extremar cuidados y a respetar los derechos de la mujer en el parto

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Muchas son las dudas y temores que surgen durante el embarazo y el parto. Y estas se intensifican si, más encima, el proceso se vive en medio de una pandemia, como la del coronavirus.

Lo cierto es que aún no se cuenta con evidencia suficiente que determine una transmisión vertical del COVID-19 durante el embarazo, es decir, que pueda pasar de la madre al hijo antes, durante o después del nacimiento.

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No obstante, es lógico que aparezcan dudas como si ¿es seguro ir al hospital para controles y atenciones? ¿Qué riesgos de contagio se corren en un recinto de salud? ¿Cambian los procedimientos con la emergencia sanitaria y aumenta la violencia obstétrica?

Cabe destacar que la violencia obstétrica hace referencia a las acciones u omisiones con las que el personal de la salud puede causar un daño físico o sicológico durante el embarazo o en la etapa del parto y postparto. Se puede expresar en tratos denigrantes, abuso de la medicalización y/o restricciones de la capacidad de elección en los procesos reproductivos.

Estas aprehensiones se evidencian actualmente en diferentes países. De hecho, la Confederación Internacional de Matronas (ICM) ha dado a conocer situaciones en que los derechos de mujeres y bebés se han visto vulnerados, debido a manejos erróneos o poco adecuados en la atención producto de la pandemia.

En Chile, el manejo de casos de SARS-Cov-2 en gestantes y en el periodo posterior al parto está protocolizado por el Ministerio de Salud, a través de una guía en constante actualización de acuerdo a la situación epidemiológica del país.

El documento, al que tuvo acceso Futuro 360, establece principios como el método de aislamiento en casos de madres sospechosas o confirmados con la enfermedad. Además, permite, entre otras cosas, que una persona sana pueda estar presente como acompañamiento significativo en el nacimiento y asegura que el tipo de parto sea una elección materna cuando las condiciones lo permitan. También, se pronuncia y norma las condiciones de amamantamiento.

Sin embargo, organizaciones como el Observatorio de Violencia Obstétrica de Chile (OVO) dicen que estas indicaciones no se estarían cumpliendo del todo, pasando a llevar el parto personalizado y respetado.

“Por los cambios de infraestructura o el ausentismo, se han empezado a comprometer los estándares. Hemos sabido de recintos en los cuales se están tomando medidas contrarias a lo que recomienda la evidencia internacional y el mismo ministerio”, señala Gonzalo Leiva, matrón y parte del directorio de la organización.

“Hemos constatado de situaciones donde, por ejemplo, se ha restringido el acompañamiento pre y post parto. Entendemos que estamos en una crisis sanitaria, pero el llamado a las autoridades es a buscar el equilibrio entre la protección de los funcionarios de la salud y no vulnerar los derechos de las mujeres”, agrega Leiva.

Por su parte, la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Anita Román, complementa que “hay recintos donde se han puesto extremadamente cuidadosos. Nuestra recomendación es que hay que evaluar caso a caso. Hay mujeres a las que no se tiene por qué impedir estar acompañadas, ni se les debe dejar separadas de sus hijos”.

Maternidad en tiempo de coronavirus

Con los servicios de salud sobrepasados con el COVID-19 y medidas de distanciamiento social estrictas para evitar la propagación del virus, la idea de un parto en casa o alejado de lo “tradicional” comienza a rondar en la cabeza de muchas.

La presidenta del Colegio de Matronas no lo recomienda, “hay que cuidar que el recién nacido no se contagie y esas medidas están hoy en las maternidades. Un parto siempre tiene riesgos y la realidad de Chile es que las mujeres viven bastante alejadas de los centros de resolución de emergencias obstétrica”.

Desde la otra vereda se posiciona el Observatorio de Violencia Obstétrica. Leiva asegura que “el escenario nos ha revelado la discusión de cuál es el lugar más seguro para que la mujer tenga su parto”, y se pregunta si “será necesario y beneficioso explorar otras alternativas de partos seguros para aplicar al modelo de salud chileno”.

En lo que sí coinciden los expertos es que, ante la amenaza del coronavirus, se deben extremar los cuidados y precauciones. Lavado de mamas, manos y no exponer a los lactantes a las “gotitas”, son acciones claves. Así como también recurrir a un centro asistencial, en caso de presentar cualquier sospechas o síntoma.

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Los profesionales se enfocan también en otro de los grandes desafíos: evitar el estrés que pueda generar la pandemia, tanto en las madres como en los recién nacidos. En ese sentido, recalcan que lo fundamental es transmitir tranquilidad, poseer herramientas empáticas en la entrega de información y aclarar en todo momento las inquietudes.

Para aportar en la resolución de dudas, el Colegio de Matronas y Matrones ha puesto a disposición una red de voluntarios telefónicos. Puedes revisar la iniciativa en su web.