¿Remedio peor que la enfermedad? Componente de desinfectantes enciende las alarmas

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Hoy creemos que el uso de mascarilla, lavado de manos y limpieza con desinfectante, es la mayor prueba de seguridad. Claramente lo es. Sin embargo, en uno de esos tres pasos, hay uno en particular que nos puede llevar a un riesgo.

Se trata de “amonio cuaternario”. Una sustancia presente en cada uno de los productos de limpieza, toallitas húmedas, enjuagues bucales e, incluso, alcohol gel. El químico desinfectante es muy útil y eficiente contra el coronavirus, pero puede tener un efecto destructivo en nuestro organismo.

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Así lo concluyó un estudio nacional de Núcleo Milenio, para la Investigación Colaborativa en Resistencia Antimicrobiana, quienes indagaron en los efectos colaterales, tanto en el medioambiente, como para el ser humano, cuando el químico se utiliza en exceso.

Según Juan Carlos Araya, doctor, químico y académico de la Facultad de Salud de la Universidad Central, el amonio cuaternario corresponde a una familia de desinfectantes y en algunas formulaciones, se pueden usar para sanitizantes como gel sin alcohol. En sí, son compuestos orgánicos, que contienen un grupo amonio NH4+ en su estructura ¿qué significa esto? que no se trata de una molécula única.

“Se suelen combinar con detergentes, para potenciar su acción desinfectante con acción limpiadora y ser más potente en la eliminación de microorganismos. Sobre la fórmula, existen amonio cuaternario de primera, segunda, tercera, cuarta y quinta generación. Los que se ven en el mercado, son principalmente de quinta, que corresponden a mezclas de compuestos de segunda y cuarta generación, como cloruro de alquil-dimetil-etil-bencil amonio y cloruro de didecil-dimetil amonio y otros componentes para potenciar la formulación”.

Esto se refiere a los “tipos de sales de amonio cuaternario que se usan para la formulación, es decir, cómo se potencian los diferentes compuestos, al ser una cantidad considerable”, nos explica el doctor en química.

En consecuencia, tiene un abanico de secuelas sobre la salud. Irritaciones en la piel, si hay contacto directo con ella. E incluso, quemaduras al interior del organismo.    

Peligros no solo en nosotros

Nicolás Muena, virólogo de la fundación Ciencia y Vida hace alusión a la desinfección: “Al evaporizar este compuesto con estos sprays, esto puede generar una irritación en la piel, los ojos y también en las vías respiratorias. De manera que no se recomienda realizarlo por spray, rosearlo en el aire o espacios abiertos porque es poco efectivo”.

A esto, el doctor Araya agrega que “otro de los peligros que no tiene relación con el producto en sí, es que las personas por desconocimiento, mezcle este desinfectante con otros y se produzcan reacciones químicas que liberen gases tóxicos u otras sustancias peligrosas”.

Con todos estos antecedentes, su eficiencia está en duda. Nicolás Muena señala que, en relación con desinfectantes en calles y veredas, y también en espacios cerrados en forma de aerosoles o sprays, es muy importante entender que no tienen una total efectividad.

Según la OMS, utilizarlo en los espacios mencionados, no corresponde a una práctica que disminuya efectivamente los niveles de virus en el ambiente. Debido a la suciedad, hace que sea muy poco eficiente la desinfección de espacios abiertos.

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La forma correcta es seguir las instrucciones que entrega el fabricante, pero, además, humedecer una mopa o toalla desechable con estos productos y pasarlos por encima de una superficie, previo a una limpieza. Porque si finalmente estas tienen tierra o polvo, los agentes desinfectantes no funcionan del todo.

Posterior a la limpieza, aplicar etanol a concentración mínima de 60 a 70%. O este compuesto, sobre la mopa. En este caso, no aplicar en el aire ya que pueden ser inhalados y perjudiciales para la salud, y siempre deben estar lejos del alcance de los niños.