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Si bien los científicos ya saben que nuestro cerebro tiene un sistema para deshacerse de las neuronas muertas y tóxicas, que pueden provocar el atochamiento de diferentes funciones biológicas básicas, recientemente lograron capturar un registro inédito del proceso.
Aún hay mucho que desconocemos de cómo las neuronas muertas son eliminadas y de cómo el cerebro reacciona a esto, así que esta nueva investigación podría ser un gran avance en el campo de la neurobiología. Esto, a pesar de que el experimento se haya realizado en ratas y no se pueda tener seguridad de que el proceso ocurra de forma similar en humanos.
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“La apoptosis es un proceso natural que significa la muerte de las células. Este está programado en la información genética, específicamente en los telómeros, sector del ADN que dicta cómo se va a ir produciendo el envejecimiento y que varía de persona en persona”, aseguró Perla David, neuróloga de Vidaintegra.
“Se sabe que en todos los órganos nacen y mueren muchísimas células. Desde el esqueleto hasta el líquido cefalorraquídeo el cuerpo se renueva constantemente. Lo mismo ocurre en el cerebro, pero ha sido uno de los sectores más difíciles de investigar”, agregó David.
“Esta es la primera vez que observamos que este proceso ocurre en el cerebro de mamífero vivo”, apuntó el neurólogo a cargo del estudio, Jaime Grutzendler, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en Connecticut.
Aún más, estos hallazgos podrían entregar importantes datos para el desarrollo de nuevos tratamientos para solucionar el declive de la actividad cerebral por culpa de la edad, o para frenar ciertos desórdenes neurológicos. Esto, ya que cuando sepamos cómo se debe llevar a cabo el proceso de limpieza, la medicina podrá encontrar forma de solucionar ciertos problemas.
El equipo se enfocó en las células gliales, responsables de la limpieza del cerebro. Usaron una técnica llamada 2Phatal para localizar a una neurona con apoptosis (muerte celular) en el cerebro de un ratón, para luego seguir la ruta de las células gliales utilizando marcadores fluorescentes.
“En vez de golpear el cerebro del ratón, causando cientos de muertes celulares, inducir la defunción de solo una nos permitió estudiar qué es exactamente lo que pasa con las células que comienzan a morir y todas las otras involucradas en dicho proceso”, aseguró Grutzendler en un comunicado.
“Antes se creía que las neuronas eran la parte más esencial del cerebro, pero no hace muchos los expertos descubrieron que unas células llamadas gliales también sumamente importantes en los procesos cognitivos. Es el sostén de las neuronas, que también está encargado de engullir a las que ya hayan muerto”, agregó Perla David, neuróloga de Vidaintegra.
Existen tres tipos de células gliales: microglias, astrocitos y células NG2, las cuales se demostró que están involucradas en un proceso altamente coordinado de eliminación de células capaz de destrucción tanto de la neurona muerta, como de las conexiones que esta tenía con el resto del cerebro.
Los investigadores observaron cómo una microglia se comió al cuerpo de la neurona y sus ramas (dendritas), mientras que los astrocitos se enfocaron en la remoción de los conectores de dichas terminales nerviosas. Además, concluyeron que las células NG2 pueden estar involucradas en la destrucción de cualquier residuo que pueda provocar este proceso.
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Los expertos también demostraron que si un tipo de célula glial falló en encontrar a la neurona muerta, otros tipos de células tomarán su función en el proceso, sugiriendo que existe cierto tipo de comunicación entre estos pequeños recolectores de basura celular.
Otro hallazgo del estudio es que el cerebro de los ratones más viejos fue menos eficiente al momento de deshacerse de las neuronas muertas, incluso cuando las células gliales parecían estar conscientes de la existencia de un eslabón muerto.
Esto abre las puertas para futuras investigaciones y nos podría traer diferentes puntos de vista en tanto a cómo los cerebros comienzan a fallar debido a la ralentización de dichos procesos, lo que podría llevar a nuevos tratamientos.
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