Un grupo de expertos identificaron un enigmático virus cuyo genoma parece ser completamente nuevo para la ciencia, repleto de secuencias nunca antes vista en la investigación viral documentada.
El llamado Yaravirus, nombrado así por Yara (o lara), reina acuática de la mitología brasileña, fue recuperado del Lago Pampulha, cuerpo de agua artificial en Belo Horizonte, Brasil.
Y aunque el Yaravirus (Yaravirus brasiliensis) no es una sirena de cuentos, el virus guarda los mismos misterios que la ninfa acuática de las leyendas.
Esto porque el patógeno constituye “una nuevo linaje de virus amebales con una filogenia y origen misterioso“, asegura el equipo en un borrador de la investigación sobre el descubrimiento.
Dos de los investigadores que participaron del descubrimiento, Bernar La Scola de la Aix-Marseille en Francia y Jônatas S. Abrahão de la Universidad Federal de Minas Gerais, ya han hecho hallazgos similares.
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Tal es el caso del Tupanvirus, un patógeno gigante que se puede encontrar en hábitats acuáticos. Los virus gigantes, contrarios a la variedad regular, son llamados así por sus enormes cápsidos (caparazones proteicos que encapsulan a los viriones, o partículas de virus),
Estas formas virales mucho más grandes de lo habitual fueron descubiertas éste siglo, y no sólo destacan por su porte. También poseen genomas más complejos que les entregan la habilidad de sintetizar proteínas, por lo que son capaces de reparar, replicar, transcribir y trasladar ADN.
Antes del descubrimiento, se pensaba que los virus eran sólo elementos inertes y carentes de vida, capaces sólo de infectar a sus huéspedes.
Ahora sabemos que éstos patógenos son mucho más complejos de lo que se creía, y en años recientes, los científicos descubrieron otros tipos de formas virales que nos desafían a repensar cómo los patógenos funcionan y se propagan.
El Yaravirus no parece ser un virus gigante, compuesto de partículas de 80 nanómetros. Sin embargo, su genoma es sorprendentemente único.
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“Contrario a lo que se ha observado en otros virus de ameba, el Yaravirus se caracteriza por una gran partícula y genoma complejo, sino que también cuenta con un amplio número de genes sin clasificar“, escriben los autores.
En sus investigaciones, los investigadores descubrieron que el 90% de los genes del Yaravirus nunca han sido clasificados, cayendo en la categoría de genes huérfanos.
Solo 6 de las secuencias mantienen alejadas similitudes con otros genes virales documentados en bases de datos científicas públicas, y una búsqueda a través 8.500 metagenomas públicamente disponibles no lograron hallar una respuesta sobre las familiaridades que podría tener el Yaravirus.
Los científicos solo pueden especular sobre la identidad real de éste patógeno, pero por ahora aseguran que se trataría del primer caso particular de un nuevo grupo de virus amebal, o probablemente, un familiar distante de los virus gigantes que de alguna forma evolucionó a una forma reducida.
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