Científicos descubren cómo la tela de araña pasa de ser un líquido a una fibra más dura que el acero

Gramo a gramo, la seda de araña es más fuerte que el acero y más resistente que el kevlar. Sin embargo, no cuenta con dichas propiedades cuando recién se produce. 

La seda comienza como un líquido llamado “barniz”, pero en fracciones de segundo, la espesa sustancia hecha de proteínas se transforma, y no sólo eso, en un sólido. Cuando sale de las glándulas de la araña, los cimientos de la tela – llamados espidroínas – se envuelven y entrelazan, creando una estructura altamente organizada. 

Este sorprendente proceso de “autoconstrucción” es tan extraño que se puede comparar con una manguera escupiendo copos de nieve. Los científicos han pasado años tratando de imitar el proceso con la esperanza de algún día revolucionar la construcción de materiales ultra-fuertes y sustentables. 

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“Realmente puedes generar materiales con propiedades únicas explotando este proceso de auto-ensamblaje”, aseguró Ali Malay, biólogo estructural y bioquímico del Centro Riken de Recursos Sustentables de Japón. 

Nadie ha logrado resolver el proceso completo, ni siquiera Malay. Pero en un paper publicado en Science Advances, él y sus colegas establecen una nueva forma de resolver el puzzle de la tela de araña, imitando la forma en que deja el cuerpo de la araña con herramientas químicas al interior de un laboratorio. 

Una parte esencial del proceso, según descubrieron los autores, requiere que las espidroínas se separen de la sustancia líquida en la que nadan al interior de las glándulas de seda de la araña, un paso que hiper-concentra las proteínas. Una infusión de ácido prepararía a las proteínas para que se dividan. 

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El paper usa un modelo de laboratorio simplificado en lugar de arañas reales. Sin embargo, la investigación entrega una impresionante mirada al proceso detrás de la construcción de la seda arácnida de un “barniz líquido a una fibra”, aseguró Angela Alicea-Serrano, investigadora de la Universidad de Akron al New York Times. 

“Hemos visto muchos de estos procesos y sus respectivos finales, pero no habíamos logrado ver lo que hay entremedio”, agregó Alicea-Serrano, quien es una investigadora experta en tela de araña. 

Si bien los expertos aún no saben suficiente del proceso como para recrearlo, este estudio nos acerca un paso más a aprovechar la impresionante naturaleza arácnida para revolucionar el mundo de la construcción y los materiales.