Para poder mirar de cerca al Sol y estudiar el viento solar, un equipo de investigadores crearon su propio sol miniatura en un laboratorio; de forma completa, con su propio campo electromagnético y plasma ultra caliente.
Científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison construyeron una cámara al vacío de aluminio de 3 metros de ancho, a la cual llamaron la “Gran Bola Roja”, para recrear algunas de las físicas solares que ocurren alrededor del Sol.
“Fui atraído por la simplicidad del experimento y la profundidad de las implicancias de estudiar las físicas del sol de una forma táctil en un laboratorio”, afirmó Ethan Peterson, estudiante del departamento de física de la universidad y principal autor del estudio para Space.
El modelo solar contaría con un imán en su centro para mimetizar al campo magnético del sol. Por otra parte, los investigadores bombearían helio al interior del pequeño sol para ionizar al gas y transformarlo en plasma.
Luego aplicarían una corriente eléctrica, que, junto con el campo magnético, causarían que el plasma girara.
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El sol y su atmósfera están hechos de plasma, una mezcla de partículas cargadas negativa y positivamente a temperaturas extremadamente altas. El viento solar lleva este plasma en una corriente lejos del sol y dirigida hacia la infinidad del espacio.
“También sabemos que el sol es una bola rotante de plasma, así que hicimos en este campo magnético dipolo, y luego lo hicimos girar y observamos lo que ocurre“, agregó Peterson.
El científico, junto con su profesor de física, Cary Fores, intentaron reproducir el “espiral Parker”, llamado así por Eugene Parker, el astrofísico detrás de la teoría del viento solar.
La espiral Parker se refiere a la forma de la espiral que el campo magnético del sol forma sobre la superficie solar mientras es arrastrada por el viento solar.
“Nuestro esfuerzo fue tratar de confirmar o refutar la derivación teórica para el viento solar y el campo magnético helioesférico que se le ocurrió a Parker en 1958“, afirmó Peterson.
Y sin dudas, la espiral Parker se formó. Durante el experimento los investigadores también observaron masas de plasma siendo eyectadas por el viento solar.
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“Inicialmente estabamos sorprendidos de observar estos plasmoides, o masas de plasma, siendo eyectadas con una frecuencia tan regular“, afirmó Peterson.
Estas “flatulencias de plasma”, como le llaman los expertos, eran similares a las eyecciones de plasma del Sol, las cuales han sido observadas por satélites.
La fuente de todas esas llamaradas reales sigue siendo desconocida. Observando al pequeño sol, los investigadores mapearon una región donde el campo magnético era más débil y el plasma se estaba moviendo más rápidamente, causando que el material se rompiera y se eyectara radialmente.
La “Gran Bola Roja” creó su primer plasma en el 2012, de acuerdo a Peterson, y los investigadores han estado mejorando el modelo desde entonces, por lo que ha pasado por muchos ciclos de experimentos.
El equipo usará el mini sol para estudiar en profundidad cómo el viento solar se aleja del sol, además de las propiedades fundamentales de los plasmas que no colicionan.
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