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El distanciamiento social o físico y el uso de mascarillas son dos de las medidas más importantes en la lucha contra la pandemia de COVID-19. Sin embargo, algunas personas se rehusan a cumplirlas. La ciencia tiene una explicación para estos porfiados y apunta a capacidades mentales.
Un estudio realizado durante los primeros meses de la pandemia en Estados Unidos, analizó el comportamiento de las personas frente a las medidas de contención de la pandemia. Los investigadores hallaron que la capacidad de “memoria de trabajo” es clave entre los que cumplen las medidas y los que no.
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Según la Universidad de Cambridge, la memoria de trabajo es un sistema de memoria activo y temporal relacionado con la capacidad de retener en la mente datos a corto plazo mientras usa esa información para realizar una tarea. Y, de acuerdo al estudio publicado en la Academia de Ciencias de Estados Unidos, los porfiados tendrían reducida esta capacidad.
Cumplir con medidas como el distanciamiento social, puede generar conflictos mentales entre sus beneficios (contener la pandemia) y sus costos (sacrificar una vida normal por un tiempo). Estas dos ideas que pudieran ser simples de resolver para algunos, para otros implica un razonamiento que no están en capacidad de solucionar porque su memoria de trabajo es limitada.
“Nuestros datos respaldan esta hipótesis, destacando el papel crítico de la capacidad de la memoria de trabajo en el cumplimiento del distanciamiento social durante la etapa inicial de la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019″, explican los investigadores en el resumen del estudio.
Luego de analizar durante las dos primeras semanas del confinamiento a 850 residentes de Estados Unidos, los científicos propusieron: “Este descuido puede estar asociado con la limitación en la capacidad mental para retener simultáneamente múltiples elementos de información en la memoria de trabajo (WM, por sus siglas en inglés) para la toma de decisiones racionales que conducen al cumplimiento de distanciamiento social”.
Los resultados arrojaron que las personas que cumplían las medidas, tenía una mayor conciencia de los beneficios sobre los costos del distanciamiento social y esto se debía a su mayor capacidad de memoria de trabajo.
Además, encontraron que la limitación en la capacidad de memoria de trabajo entre los que incumplen las medidas, no tiene que ver con otras variables de la personalidad.
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“Críticamente, la contribución única de la capacidad de WM a las diferencias individuales en el cumplimiento del distanciamiento social no podría explicarse por otros factores psicológicos y socioeconómicos Ej., Estados de ánimo, personalidad, educación y niveles de ingresos). Además, el papel crítico de la capacidad de WM en el cumplimiento del distanciamiento social puede generalizarse al cumplimiento de otro conjunto de reglas para las interacciones sociales, a saber, la norma de equidad, en las culturas occidentales, colectivamente“, explicaron en el informe del estudio.
Weiwei Zhang, profesor asociado de psicología en la Universidad de California, Riverside y coautor del estudio señaló que las diferencias individuales en la capacidad de la memoria de trabajo pueden predecir el cumplimiento del distanciamiento social tan bien como algunos factores sociales como los rasgos de personalidad.
“Esto sugiere que los encargados de formular políticas públicas deberán considerar las habilidades cognitivas generales de las personas al promover comportamientos de cumplimiento, como usar una mascarillas o cumplir el distanciamiento físico”, agregó el coautor de la investigación.
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