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A nadie le gusta sudar. Sin embargo, el hacerlo podría transformarse en una mina de oro de información sobre la salud humana. Un nuevo aparato diseñado por ingenieros de la Universidad del Estado de Carolina del Norte, tiene el potencial de transformar esta solución salina, en una poderosa herramienta de diagnóstico para identificar desde deshidratación hasta fibrosis quística.
Usando un diseño de baja exigencia energética basado en un papel, el equipo creó un aparato vestible diseñado para analizar continuamente las composiciones biológicas del sudor de una persona, durante una prolongación de hasta 10 días.
Mientras otros aparatos similares dejan de funcionar luego de saturarse con sudor, la acción del invento reduce la humedad excesiva de forma parecida a como lo haría una planta, permitiéndole operar continuamente.
El sudor humano contiene importante información bioquímica sobre procesos metabólicos invisibles que ocurren en el cuerpo; entregando datos hasta para diagnosticar a temprana edad la fibrosis quística en niños, patología que afecta a más de 30 mil personas en todo el mundo.
“Los niños con fibrosis quística presentan una alteración de las glándulas sudoríparas que determinan la secreción de un sudor, con una alta concentración de iones de cloro y sodio. Por eso, la medición cuantitativa de los electrolitos en sudor, continúa siendo el examen diagnóstico de elección de la fibrosis quística”, explicó Irene Araya, dermatóloga de la Clínica Santa María, a Futuro360.
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Métodos previos para conducir éste u otros tipos de análisis basados en el sudor, han sido históricamente muy caros o poco eficientes para un monitoreo continúo.
“El concepto es antiguo, en el sentido que se ha usado una técnica similar para medir concentraciones de electrolitos en sudor de pacientes con fibrosis quística, pero este modelo simplificaría esta técnica que en general, tiene su grado de complejidad y requiere un laboratorio que dispongan de herramientas y personal entrenado. También se podría utilizar para análisis cuantitativo de sudor, para detectar enfermedades que cursan con hiper o hipohidrosis”, agrega Araya.
Los científicos se basaron en las celdas de las plantas para crear la tecnología. De la misma forma en que están ingeniadas las toallas de papel, el aparato libera la humedad excesiva, evaporándola y manteniendo los cristales de sal del sudor condensados para luego utilizarlos en un posterior análisis.
El método podría ser especialmente útil para el monitoreo de consumo de drogas y medicamentos, pudiendo ayudar los profesionales de la salud a llevar un registro de las dosis entregadas a lo largo de un tratamiento. Dando espacio a modificarlas para hacer los procesos de recuperación más efectivos.
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“Además de la fibrosis quística, el aumento o disminución de la sudoración ecrina puede acompañar a diversas patologías que afectan a las glándulas sudoríparas, pero no se usa de rutina el sudor como diagnóstico de estas enfermedades”, asegura la especialista.
“Algunos medicamentos pueden retenerse o alcanzar mayor concentración en la glándula ecrina, como algunos usados en quimioterapia, antibióticos y antifúngicos, pero no se usa de rutina el sudor para evaluar las concentraciones de estos fármacos”, agrega Araya.
Según la dermatóloga, otra utilidad sería para la medición de drogas en criminología forense, “pero en ese sentido, la concentración de estas drogas dura entre algunas horas a una semana. Siendo el pelo, una mejor vía para medir consumo de drogas al retenerse por más tiempo”.
Aún así, los avances en éste campo podrían profundizar nuestro conocimiento sobre el sudor, para que un futuro no muy lejano nos ayude a diagnosticar, prevenir y tratar enfermedades.
Martes / 22:30 / CNN Chile
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