“Nunca pensé que mi oficina se convertiría en morgue”: Animales mueren congelados en un santuario de Texas

(CNN) – El congelamiento profundo de Texas está causando víctimas entre humanos y animales por igual.

Luego de que apagones de energía sumergieron a gran parte del estado en la oscuridad a principios de esta semana, los animales en el santuario Primarily Primates de San Antonio se congelaron hasta morir a causa del clima invernal.

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Entre las víctimas había un chimpancé, muchos monos, algunos lémures e innumerables aves. “Nunca jamás pensé que mi oficina se convertiría en una morgue, pero lo ha hecho”, sostuvo Brooke Chávez a San Antonio Express-News.

Chávez, quien es directora ejecutiva de la institución, manifestó que no sabrá cuántos animales han muerto hasta que la tormenta amaine, y los pronósticos prevén más clima invernal hasta el viernes.

El equipo debió decidir a quién salvar

Después de que se cortó la luz el lunes, Chávez y su equipo se pusieron en acción. Recolectaron generadores, calentadores, tanques de propano y mantas para mantener calientes a sus 400 animales.

Sin embargo, a medida que las temperaturas cayeron aún más, el plan pasó de la preservación a la evacuación. Fue mientras se movilizaba para el transporte cuando el equipo comenzó a encontrar animales muertos.

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“Nunca me había enfrentado a una decisión como esta (…) Tener que decidir a quién podemos salvar, dependiendo de la previsibilidad de qué animales podemos atrapar”, confesó Chávez.

A pesar de la tragedia, muchos de los residentes del santuario fueron evacuados, siendo enviados al zoológico de San Antonio, a un santuario cerca de la frontera con Oklahoma y a casas de los voluntarios. Sin embargo, los chimpancés permanecen en el recinto ya que son difíciles de transportar.

La helada y las tragedias continúan

La tormenta que azota Texas es peligrosa no solo por sus bajas temperaturas, sino por la duración del frío sin tregua. Las tragedias continúan y el número de muertos aumenta a medida que el estado se prepara para un clima más extremo.

Las temperaturas de congelación continuas no permiten que las casas y los edificios se calienten naturalmente y, sin energía, los tejanos se ven obligados a improvisar para calentarse.