Captan por primera vez una estrella en forma de gota - (02:31)
En la infinidad del cosmos, los planetas nacen a partir de discos rotatorios de gas y polvo, que se forman alrededor de las estrellas jóvenes.
En nuestro propio Sistema Solar, el disco es relativamente estable y plano, resultando en que la Tierra y todos sus planetas vecinos orbiten en el mismo plano.
Pero no todos los cuerpos celestes son tan afortunados. Observaciones recientes de un disco amorfo al interior de la constelación de Orion, reveló que el cúmulo podría estar siendo despedazado por sus propias estrellas – un proceso bastante catastrófico. El desfigurado disco, podría transformarse en la cuna de planetas aún más extraños, según lo afirma un nuevo estudio.
A través de ALMA, el telescopio de última generación ubicado en el desierto de Atacama y perteneciente a ESO, un equipo de astrónomos descubrió la primera evidencia directa, que las estrellas se pueden “desgarrar” a los discos circunestelares que las rodean.
El resultado, fue un disco desmantelado y desalineado con su anillo concéntrico, donde pronto se podría formar un planeta.
Stefan Kraus, astrofísico de la Universidad de Exeter, Inglaterra, ha investigado este sistema estelar por más de una década.
“Es uno de los pocos sistemas estelares del cual conocemos todas sus órbitas, y sabemos todas sus propiedades”, asegura Kraus a Inverse, “Ya que conocemos las órbitas específicas en las que se encuentra cada una de sus estrellas, podemos simular lo que ocurrió”, agregó.
El sistema estelar Orionis GW está conformado por 3 estrellas y localizado a 1.300 años luz de la Tierra, en la constelación de Orión.
Las tres estrellas, no orbitan en el mismo plano. En vez de eso, sus órbitas están desalineadas entre sí, con el disco circunestelar que las rodea.
Basado en lo que ya conocemos de este sistema, el equipo combinó sus observaciones con simulaciones computacionales para reconstruir lo que ocurrió durante la vida de GW Orionis.
La simulación, reveló que las estrellas despedazaron el disco por sí mismas debido a sus conflictivas fuerzas gravitacionales, con cada una de estas empujando en una dirección diferente.
“Partimos con el disco, luego pusimos las órbitas de las estrellas que medimos a través de 11 años para ver cómo era el sistema. Demostramos que el efecto de despedazamiento está comenzando y desintengrando al disco”, agregó Kraus.
El disco circunestelar se rompió formando anillos más pequeños en la simulación, lo que calza con las observaciones que los astrónomos han realizado del lejano sistema estelar, confirmando que un fenómeno de este tipo puede ocurrir.
¿Existen planetas Orion?
Impresionantemente, el disco interior contiene al menos 30 masas de polvo similares a la Tierra, lo que podría ser suficiente para formar planetas.
“Lo intrigante es que los planetas que se podrían formar ahí, se verían expuestos a órbitas completamente inclinadas y altamente excéntricas. Descubrimos así un nuevo mecanismo de formación planetaria”, agregó Kraus.
Los investigadores ya han agendado observaciones futuras de los sistemas estelares para ilustrarlos con más detalle, y así descubrir si en efecto, la región interior del disco podría formar estrellas, incluso, estando tan cerca a las conflictivas estrellas.
El nuevo hallazgo se detalló en la revista Science.
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