Muchas personas se han visto asustadas o hasta preocupadas debido a la presencia de polillas durante la noche en nuestro país. Durante estos últimos días, las redes sociales se han inundado de usuarios contando sus experiencias con estos insectos que en algunos registros impresionan por su gran tamaño.
Pese a lo amenazador de su aspecto y a que pueden sacar más de algún buen susto, estos seres vivos no representarían una amenaza para nuestra vida diaria. Aquí te contamos cinco datos sobre ellas para conocerlas un poco más y, quien sabe, quizás hasta cuidarlas.
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1. Las polillas que vemos se encuentran en su fase adulta
De acuerdo a lo señalado por el Museo de Historia Natural, estos seres vivos poseen una metamorfosis completa, pasando de huevo a larva, para posteriormente convertirse en una crisálida y alcanzar su adultez, la cual “es su forma más visible”, comentó a La Tercera Tomislav Curkovic, entomólogo de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
Asimismo, el experto detalló en un artículo publicado en el sitio web de la casa de estudios, que estaríamos ante la presencia de un ciclo normal de estos animales, quienes se ven atraídos por la luz, acercándose a dispositivos electrónicos o luces.
2. Su aumento está influenciado por el clima
La principal interrogante es el aparente aumento de su población durante estas semanas, en comparación a otras temporadas o años.
Al respecto, el entomólogo Alfredo Ugarte, en conversación con CHV Noticias, manifestó que “se ha notado un poco más porque hubo más lluvia en invierno”, lo cual propició la aparición de más biomasa vegetal, la cual es su principal alimento. En otras palabras: A más energía y alimento, más población.
3. Son importantes polinizadoras
Si quieres matar alguna, quizás habría que pensarlo dos veces ya que las polillas desempeñan la función de polinizar las plantas, al igual que las abejas.
Un estudio publicado en la revista Biology Letters sostuvo que estas criaturas pueden proporcionar medios de transporte de polen “únicos” y “altamente complejos”, lo cual las convertiría “en componentes vitales de las redes generales de plantas silvestres y polinizadores en los agroecosistemas”.
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4. No se comen la ropa ni la comida
Si bien hay tipos de polillas que efectivamente comen alimentos o fibras naturales de la ropa, las grandes que vemos hoy en día “son estrictamente como la mayoría de las polillas y las mariposas: herbívoras”, enfatizó el profesor Curkovic. Su real interés alimenticio estaría en nuestros jardines, no al interior de los hogares.
5. No es peligroso el “polvo” que desprenden
El curioso “polvo” que desprenden no es técnicamente eso, ya que de acuerdo a Alfredo Ugarte “son escamas de las alas”. “Cuando chocan en algún lado, estas escamas se liberan y nos produce comezón en la nariz, lo que nos hace estornudar. No es ningún tipo de alergia”, añadió.
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