La COP26 cumple una semana con prometedores pactos y anuncios contra el carbón, el metano y la deforestación. Los negociadores de cada país están intentando llegar a acuerdos para mitigar las emisiones contaminantes que contribuyen al aumento de la temperatura global y así no superar el umbral de los 1,5 ºC.
Sin embargo, un análisis de 196 informes de emisiones globales, realizado por The Washington Post, reveló inconsistencias entre las emisiones que los países han reconocido de manera pública ante las Naciones Unidas y lo que realmente se encuentra en la atmósfera.
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La brecha varía entre 8.5 hasta 13.3 millones de toneladas al año de emisiones no declaradas. “Si no conocemos el estado de las emisiones hoy, no sabemos si estamos reduciendo las emisiones de manera significativa y sustancial”, dijo Rob Jackson, profesor de la Universidad de Stanford y presidente del Global Carbon Project al medio de comunicación.
Las cifras que están utilizando para frenar los gases de efecto invernadero (GEI) al parecer representan “una hoja de ruta defectuosa”.
Por ejemplo Malasia, lanzó 422 millones de toneladas de GEI, pero debido a que el país “afirma que sus árboles consumen grandes cantidades de CO2”, sus emisiones reportadas a la ONU son de 81 millones de toneladas. Otro caso es China, uno de los principales emisores del mundo, solo presentó informes en cinco años y el más reciente es de 2014.
“La brecha comprende grandes cantidades de emisiones de dióxido de carbono y metano faltantes, así como cantidades más pequeñas de potentes gases sintéticos”, se lee en la investigación.
Revisa el reportaje completo en el sitio oficial.
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