En una fascinante exposición en el Congreso Futuro 2024, el Doctor Stanislas Dehaene, experto en Psicología Experimental de la École des Hautes Études en Sciences Sociales, compartió los notables avances en la decodificación del cerebro y sus implicaciones en la comprensión de áreas específicas de la mente humana.

Dehaene destacó la evolución de la tecnología cerebral, recordando cómo hace 35 años se requería una pequeña dosis de radioactividad para nivelar las áreas activas. En la actualidad, gracias a la resonancia magnética, es posible obtener imágenes milimétricas del cerebro cada segundo, sin la necesidad de métodos invasivos.

En su investigación en Neurospin, Dehaene reveló que cada arco cerebral tiene su propio escáner dedicado, permitiendo un análisis detallado de áreas especializadas para caras, lugares, objetos y animales. El progreso continuo en este campo ha llevado al establecimiento del campo magnético más grande del mundo, mejorando la resolución y permitiendo la medición de conexiones y circuitos cerebrales.

Dehaene compartió descubrimientos sobre la especialización de la corteza cerebral en la lectura, señalando que la exposición al aprendizaje de la lectura crea áreas específicas para reconocer palabras. La capacidad de descifrar el cerebro de una persona, incluso determinando su nivel educativo, abre posibilidades éticas y educativas.

El neurocientífico subrayó la relevancia de escanear el cerebro de niños al ingresar a la escuela, revelando que este proceso muestra un cambio significativo cuando aprenden a leer. Destacó la importancia de aplicar este conocimiento en el sistema educativo para optimizar el aprendizaje.

En relación con la inteligencia artificial (IA), Dehaene sugirió que el diálogo con IA proporciona un modelo potencial para comparar con el cerebro real. Aunque reconoció que la estructura del cerebro difiere de la IA, señaló el potencial de la mente humana para aprender más rápido debido a su estructuración desde el nacimiento.

Dehaene hizo hincapié en la importancia de garantizar que, a pesar del avance de la IA, los niños obtengan las interacciones sociales necesarias a través del lenguaje. Abogó por la cooperación entre participantes, científicos y la IA para una decodificación exitosa del cerebro.

En un tono de precaución ética, Dehaene mencionó la existencia de leyes, como la de neuro derechos en Chile, que supervisan las aplicaciones de esta tecnología para evitar posibles malos usos y garantizar que los beneficios se traduzcan en avances clínicos sin riesgos para la sociedad.

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