Son 80% de los refugiados climáticos: El calentamiento global afecta más a las mujeres

La ONU señala que el cambio climático afecta más a las mujeres, están más propensas a sufrir las consecuencias de desastres naturales y problemas como la sequía. Una vulnerabilidad que se incrementa, cuando se consideran las desigualdades sociales, entre hombres y mujeres.

Son tiempos de lucha y reivindicaciones, las mujeres cada vez más reclaman su derecho a la equidad, pero, como si el patriarcado no fuera suficiente, el cambio climático, también hace lo suyo.

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“Las mujeres somos las más afectadas. Pero, también, hay más afectación en las campesinas, las mujeres de pueblos originarios, afro y migrantes“, señala Francisca Fernández, antropóloga y miembro del Comité Socioambiental 8M

Dicen que la actual crisis climática no discrimina pero, en este caso, eso no se cumple. Las mujeres ya componen el 80% de los refugiados climáticos y son las primeras en sufrir las consecuencias de temperaturas extremas y desastres naturales. Así lo revela la ONU.

“Son las que en el campo de trabajo son las más precarizadas, subcontrtadas o no tienen contrato de trabajo. Pero, además, tienen la sobrecarga del trabajo reproductivo”, comenta la antropóloga.

En ese escenario, las conocidas brechas de salarios y la ausencia de mujeres en los llamados “puestos de toma de decisiones” repercuten en que de las consecuencias naturales, se pasa hacia consecuencias sociales.

“Quienes sufren las transformaciones del modo de vida y cómo las familias tienen que migrar, por ejemplo, y cambiar su forma de alimentarse son las mujeres. Y, los modos de vida están siendo afectados por los cambios en el clima“, Anahí Urquiza, investigadora del CR2 de la Universidad de Chile.

Según el Instituto Europeo para la Igualdad de Género, más del 80% de los puestos de responsabilidad en materia de cambio climático son ocupados por hombres.

Por eso, quienes conocen del tema, creen que para el país este problema debe ser abordado buscando un equilibrio entre el medioambiente y las políticas públicas.

“Tenemos que considerar estas diferencias de vulnerabilidades y la interseccionalidad que se relaciona con esto, para poder diseñar las políticas de adaptación, considerando una perspectiva de género”, sostiene la investigadora del CR2.

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“Incentivar economías territoriales y solidarias, potenciar la planifiación territorial por cuenca. Es decir, que las comunidades tanto rurales como urbanas decidan cuál va a ser la gestión de sus bienes comunes“, propone Fernández.

Eso, por ejemplo, ante problemas tan preocupantes como la sequía y escasez hídrica que ya golpea al país. Son los impactos de la crisis climática, que afecta a las mujeres, quienes,  en comparación con hombres, contribuyen mucho menos la generación de gases de efecto invernadero.