A lo largo de este año se han presentado e inaugurado plantas de captura directa de CO2, las cuales absorben desde el aire dióxido de carbono como una forma de combatir el cambio climático.
Si bien son grandes proyectos que requieren una construcción en un lugar en específico, la startup estadounidense CO2Rail Company, junto a ingenieros de la Universidad de Sheffield, han analizado las opciones y llegaron a la conclusión que se puede ayudar al medio ambiente con la utilización de objetos ya existentes.
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Detallan que pueden implementar su sistema de tecnología Direct Air Capture (DAC en inglés) en los vagones de ferrocarril que ya se encuentran en funcionamiento.
Gracias a los varios kilómetros que avanzan, el DAC utilizará grandes tomas de aire, las cuales se extienden hasta la corriente deslizante del tren en movimiento. Así, el aire se mueve hasta la gran cámara cilíndrica de recolección de CO2, eliminando la necesidad de “sistemas de ventiladores de gran intensidad energética que son necesarios con las operaciones estacionarias del DAC”.
Posterior a esto, el aire se mueve mediante un proceso químico que separa el CO2 del aire. El aire libre de dióxido de carbono sale por la parte trasera inferior del vagón y regresa hasta la atmósfera.
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“La tecnología cosechará cantidades significativas de CO2 a costos mucho más bajos y tiene el potencial de alcanzar una productividad anual de 0,45 gigatoneladas para 2030, 2,9 gigatoneladas para 2050 y 7,8 gigatoneladas para 2075, con cada automóvil teniendo una capacidad anual de 3.000 toneladas de CO2 a corto plazo”, detallan los autores.
En promedio, cada maniobra de frenado completa genera la suficiente energía para alimentar hasta 20 hogares durante todo un día.
“Imagina subirte a un tren cada mañana, ver los vagones CO2Rail conectados y saber que tu viaje al trabajo todos los días en realidad está ayudando a mitigar el cambio climático“, añaden.
La investigación fue publicada en la revista Joule.
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