Crédito: CapitaLand

Desarrollado por Bjarke Ingels Group y Carlo Ratti Associati, Singapur inauguró su nuevo rascacielos de 51 pisos que pese a apuntar a la integración de oficinas, tiendas y restaurantes, su mayor atractivo es la infinita vegetación que crece en su interior.

El edificio de 280 metros de altura, posee también una pasarela llamada “Green Oasis” abierta al público, la cual ofrece oportunidades de ejercitarse entre medio de un sinnúmero de vegetación.

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Asimismo, su azotea se caracteriza por ser el punto de observación más alto de Singapur, además de contar con una granja.

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“El extenso paseo botánico en espiral desde los niveles 17 al 20 abarca una altura total de 35 m. equivalente a 10 pisos de una torre de apartamentos típica. Además de albergar más de 38,000 plantas, el Green Oasis ofrece una variedad de trabajos: servicios de juego en vivo como un anfiteatro, un rincón de yoga, gimnasios en la jungla, nidos de ideación, estaciones de trabajo y una cafetería”, detallaron sus diseñadores.

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Entre sus singularidades sostenibles, se encuentra que todo el aire fresco de las oficinas con aire acondicionado es reciclado para su uso no potable. También los estacionamientos poseen apartados para vehículos eléctricos, con cargadores rápidos directos de 50 kW.

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Sin duda que la implementación de vegetación en la edificación está siendo abordada por varias compañías, puesto que además de poder absorber el CO2, pueden regular las temperaturas del lugar.

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