La revolución del reciclaje: Construyen sala de hospital a partir de desechos

(CNN) – Cuando se produjo la pandemia, el arquitecto taiwanés Arthur Huang quiso hacer algo para ayudar. Mientras la industria de la construcción se paralizaba, incluidos muchos de sus proyectos, Huang centró su atención en resolver la necesidad de suministros médicos y espacio hospitalario.

Con sede en la capital de Taiwán, Taipei, Huang es cofundador y director ejecutivo de Miniwiz, una empresa que toma diferentes tipos de desechos y los transforma en más de 1.200 materiales que se pueden utilizar para la construcción, interiores y productos de consumo.

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Con la pandemia afectando el envío de materiales convencionales, el ingeniero recurrió una alternativa que nunca escasea. “Hemos estado construyendo piezas médicas, componentes médicos y un sistema modular de salas médicas, todo con la basura local“, dice.

El resultado es la sala Modular Adaptable Convertible (MAC), la cual sería la primera sala de hospital del mundo construida con materiales reciclados. Fue diseñado por la compañía junto al Hospital de la Universidad Católica Fu Jen en Taipei, y puede comenzar a admitir pacientes a partir de este mes.

Las paredes de la sala MAC están revestidas con paneles fabricados en un 90% de aluminio reciclado y aislamiento de poliéster también reciclado. Las manijas de los armarios y los ganchos para ropa están hechas de desechos médicos, como el EPP.

Se puede construir una versión portátil desde cero en 24 horas, sostuvo Huang, lo que permite transportarla a lugares con alta necesidad médica. “Creo que las pandemia nos obliga a ser muy innovadores para encontrar las soluciones que permitan adaptarnos a la situación actual“, añadió.

“Democratizar” la tecnología de desperdicio cero

Huang está buscando formas de abordar los desafíos ambientales que plantea la industria global del reciclaje. Según estudios, solo cerca del 9% de todos los desechos plásticos se han reciclado y muchos países desarrollados envían su basura a otros lugares para su procesamiento.

El negocio de enviar el reciclaje a todo el mundo para ser procesado es una gran parte del problema, manifestó el ingeniero, ya que aumenta los riesgos de contaminación de los materiales, lo que dificulta el reciclaje. También tiene una huella de carbono mayor que el reciclaje local.

Para ayudar a “democratizar” su tecnología de cero residuos, la empresa de Huang cambió su misión y ahora tiene el objetivo de que el reciclaje sea más accesible para las comunidades de todo el mundo, evitando la práctica de exportar residuos.

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Inspirado en un película sobre un robot capaz de detectar diferentes tipos de desechos en un mundo cubierto de vertederos, Huang y su equipo se propusieron diseñar una máquina de reciclaje portátil con energía solar que podría llevarse a diferentes lugares.

Bautizado como Trashpressos, la última versión de esta máquina tiene incluido un sistema de reciclaje con inteligencia artificial, el cual puede detectar diferentes tipos de plástico, para luego triturarlos y derretirlos para convertirse en nuevos productos como contenedores o baldosas.