Según la Asociación Americana del Corazón (AHA), cada 40 segundos una persona sufre un ataque cardíaco solo en Estados Unidos. Diversos son los factores que pueden ocasionar estos graves episodios y un reciente análisis detectó otro factor de riesgo: la cantidad de locales de comida rápida.
Expertos del Hunter Medical Research Institute (HMRI), la Universidad de Newcastle y Hunter New England Health (HNE) detallaron en su investigación que más personas sufren ataques cardíacos por cada nuevo restaurante o establecimiento que se abre.
Específicamente, señalaron que cada nueva apertura implicó que el número de ataques cardíacos por cada 100 mil personas aumentara hasta cuatro veces. Para llegar a esta conclusión, el equipo comparó el número de infartos en un área determinada y la densidad puntos de venta de comida rápida.
El Dr. Tarunpreet Saluja, quien dirigió el estudio, detalló en un comunicado que, a pesar de que estos ataques son una de las principales causas de muertes en todo el mundo, “nuevos datos sugieren que un número creciente de ellos no puede explicarse por factores de riesgo conocidos“.
“Existe un vínculo bien establecido entre el consumo de comida rápida y las enfermedades cardiovasculares como el ataque cardíaco. Esto destaca la necesidad de explorar el papel de la disponibilidad de alimentos en la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco“, añadió.
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En su informe, los expertos señalaron que la densidad de puntos de venta se relacionó con un aumento en los infartos inclusive tras considerar otros factores como la edad, hiperlipidemia, tabaquismo, diabetes, entre otros. Asimismo, destacaron que nadie había determinado antes si el número de locales era en sí mismo un factor de predicción.
“Ha habido muy pocos datos sobre el vínculo entre la densidad de los establecimientos de comida rápida y los ataques cardíacos, por lo que estos resultados deberían proporcionar una consideración importante para la futura política de salud pública y el desarrollo comunitario“, manifestó el profesor, cardiólogo y coautor del estudio Andrew Boyle.
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