Perder peso no es tarea fácil para la mayoría de las personas, y mantenerlo fuera puede resultar aún más desafiante debido a un proceso llamado termogénesis adaptativa. Este proceso implica que el cuerpo entra en un modo de ahorro de energía cuando recibimos menos energía a través de los alimentos. Sin embargo, un nuevo estudio con ratones ha revelado una vía de señalización hormonal que podría brindar ayuda en este aspecto.
Los científicos han identificado un factor hormonal de diferenciación de crecimiento llamada 15 (GDF15), que parece desempeñar un papel clave. Las vías de advertencia son como reacciones en cadena bioquímicas en el cuerpo, donde ciertos desencadenantes conducen a efectos específicos.
En el caso de GDF15, se ha observado que esta hormona evita que los ratones disminuyan automáticamente su consumo de energía cuando comen menos, al mismo tiempo que acelera otro proceso metabólico en sus músculos.
“Hemos descubierto que en ratones, GDF15 bloquea la desaceleración del metabolismo que ocurre durante la dieta al aumentar el ciclo de calcio inútil en el músculo”, explicó el científico médico de la Universidad McMaster en Canadá, Gregory Steinberg.
Los estudios previos ya habían establecido que GDF15 y su receptor asociado, GFRAL, reemplazaron la cantidad de comida que los ratones consumieron. Ahora, los investigadores creen que esta hormona podría ayudar a mantener el peso a largo plazo y ser útil en el contexto de la dieta.
Apuntar a las hormonas para bajar de peso
Aunque aún se requiere más trabajo para comprender los mecanismos precisos de esta vía y cómo se traducen en resultados concretos, los primeros resultados son prometedores.
Es importante destacar que también se necesita investigar si GDF15 funciona de la misma manera en seres humanos. Sin embargo, en un panorama donde se prevé que la obesidad afectará a casi mil millones de personas en todo el mundo para 2030, lo cual contribuirá a problemas como la diabetes tipo 2, es evidente que se necesitan nuevas estrategias para ayudar a una mayor parte de la población a alcanzar un peso saludable.
Steinberg enfatiza que el estudio “resalta el potencial de la hormona GDF15 no solo para reducir el deseo de consumir alimentos grasos, sino también para aumentar la quema de energía en los músculos”.
Esta hormona podría ser utilizada en combinación con medicamentos existentes para desarrollar tratamientos más efectivos para suprimir el apetito, o para aquellos que no han tenido éxito con enfoques convencionales de la dieta.
Aunque los científicos aún no comprenden completamente por qué la dieta funciona para algunas personas y no para otras, este descubrimiento ofrece una nueva perspectiva. El conocimiento de las vías de señalización, como la descrita en este estudio, permitirá responder algunas de las preguntas pendientes.
Cabe mencionar que el cuerpo produce naturalmente GDF15, especialmente en el hígado y los riñones, y se sabe que su producción aumenta durante el embarazo, estando relacionado con las náuseas matutinas. La investigación futura deberá analizar los posibles efectos secundarios y beneficios de cualquier tratamiento relacionado.
La investigación fue publicada en la revista Nature.
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