Ante la mordedura de una serpiente venenosa, la mejor esperanza de sobrevivir es un anti veneno, el cual se produce de la misma forma desde hace muchos, específicamente desde la época victoriana.
Este proceso consiste en ordeñar el veneno de serpiente a mano e inyectarlo en caballos u otros animales en pequeñas dosis para causar una respuesta inmune. La sangre del animal se extrae y purifica para obtener anticuerpos en forma de suero que actúen contra el veneno.
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Sin embargo, este procedimiento es complicado y peligroso. Además, es propenso a errores, requiere mucho trabajo y el suero resultante puede causar graves efectos secundarios.
Un grupo de investigadores creó glándulas productoras de veneno a partir de diferentes serpientes usando células madre. Las toxinas producidas por estas réplicas 3D en miniatura de las glándulas serían casi idénticas al veneno de este peligroso reptil.
Hans Clevers, investigador principal del Instituto Hubrecht de Biología del Desarrollo e Investigación de Células Madre, inventó hace diez años la técnica de fabricar organoides humanos, los cuales son órganos en miniatura hechos de células madre de diferentes pacientes.
Esta creación permitió a los médicos y expertos probar los efectos específicos de los medicamentos de una manera segura fuera del cuerpo. En esta oportunidad se dio un giro a este invento y decidieron cultivar una glándula de veneno de serpiente.
Tras obtener huevos de fertilizados de este reptil, los investigadores tomaron un trozo de tejido de serpiente, que contenía células madre, y lo nutrieron de la misma forma que los organoides humanos, aunque a una temperatura más baja, para crear las glándulas venenosas, las cuales produjeron las mismas toxinas que el veneno de serpiente.
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“Hasta donde sabemos, es idéntico. Lo comparamos directamente con el veneno de la misma especie de serpiente y encontramos exactamente los mismos componentes”, sostuvo Clevers.
Para crear un antiveneno, la tecnología de los organoides podrían usarse para fabricar los componentes específicos del veneno que causan el mayor daño, y a partir de ellos producir anticuerpos que imitan el sistema inmunológico del cuerpo humano para combatir el veneno.
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