Para muchos Magallanes refleja el futuro de la pandemia en Chile. Se trata de una zona particular. Fue una de las primeras en ser golpeadas por el arribo del virus al país y hoy, parece sufrir los efectos de la llamada “segunda ola”.
De ahí que el anuncio del Centro de Asistencia Docente de Investigación de la Universidad de Magallanes, sobre el análisis del genoma del virus tomara relevancia para entender lo que sucedía en la región.
Lo que planteaba el estudio era que se había identificado una variante diferente entre los casos que se conocieron entre mayo y junio, a lo visto a lo detectado a partir de septiembre. Con esto, se especulaba que esta mutación podría ser en respuesta a un aumento de casos al ser más contagiosa. Aún así, los investigadores pidieron esperar los resultados del estudio.
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Frente a esto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ofreció ser parte de la investigación y colaborar en el análisis que se estaba realizando. El trabajo, realizado por expertos del Instituto de Salud Pública y OMS/OPS tuvo sus primeros resultados.
“No hay evidencia que indique que el aumento de casos en la región de Magallanes se deba a la variante GR”, señaló el director (s) del ISP, Heriberto García.
Junto con ello reiteró el llamado a cuidarse del virus. “Es importante que todos los ciudadanos y especialmente en esta región austral, mantengan las recomendaciones de la autoridad sanitaria y, a su vez, tengan presente realizar una ventilación constante en sus hogares, a pesar de las fuertes corrientes de aire de la zona”.
De acuerdo a las 435 secuencias que se han hecho por el organismo, se ha evidenció que de marzo a mayo circularon las variantes L, S, GR, G y GH.
Según los análisis, se detectó que entre marzo y mayo se identificaron variantes G y GH en Magallanes. En tanto, en septiembre se evidenció una GR, que es la que se ha observado en la región Metropolitana en el periodo que abarca de junio a septiembre.
En ese sentido, esta última variante tiene la presencia de 6 linajes (B.1.1, B.1.1.33, B.1.1.1, B.1.1.25, B.1.1.26 y B.1.1.35) en la región Metropolitana. De estos, sólo se detectó el B.1.1.1 en Magallanes tras el análisis de las muestras obtenidas en septiembre.
También se conoció que la mutación de la proteína Spike detectada en Magallanes, también se encontró en genomas del linaje B.1.1.1 vistos en la región Metropolitana.
Respecto a estos resultados, el responsable de la vigilancia virológica de SARS-CoV-2 de OPS/OMS, Dr. Jairo Méndez Rico, señaló que este trabajo evidencia que “la información generada en Magallanes no constituye por el momento una situación de preocupación internacional, pues en las bases de datos no hay actualmente nada que nos llame particularmente la atención”.
Finalmente, el jefe del subdepartamento de Genética Molecular del IPS, Jorge Fernández, manifestó que “la mutación en la proteína Spike, en el linaje detectado en Magallanes también se ha reportado en muy baja proporción en otros países. La evaluación que hemos realizado nos indicaría que este linaje en particular, no tendría un comportamiento diferente a otros detectados en Chile”.
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