Estudio vincula a los vaporizadores y cigarrillos electrónicos con un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca

En el verano de 2019, un brote de lesiones pulmonares relacionadas con el vapeo sacudió América, cobrando la vida de 68 personas e hospitalizando a más de 2,800, según informaron las autoridades de salud de EE. UU. Ahora, cinco años después, un nuevo estudio presentado en la reunión científica anual del Colegio Estadounidense de Cardiología y publicado en Journal of the American College of Cardiology arroja luz sobre otro riesgo alarmante asociado con el uso de cigarrillos electrónicos: la insuficiencia cardíaca.

Los hallazgos de este estudio, revelan que las personas mayores de 18 años que han utilizado cigarrillos electrónicos en algún momento tienen un 19% más de probabilidades de experimentar insuficiencia cardíaca en comparación con aquellas que nunca los han usado. El estudio, el más grande de su tipo hasta la fecha, analizó los registros de salud de 175,667 adultos estadounidenses y encontró que aproximadamente el 60% de los participantes eran mujeres, con una edad promedio de 52 años.

Los investigadores excluyeron a aquellos que ya tenían insuficiencia cardíaca al inicio del estudio y ajustaron por factores como la edad, el sexo y condiciones médicas preexistentes como diabetes, hipertensión arterial y colesterol alto. Aunque el estudio no indagó sobre la frecuencia de uso de cigarrillos electrónicos o los ingredientes de los vaporizadores utilizados, como la nicotina o los aromatizantes, los resultados sugieren un vínculo significativo entre el vapeo y la insuficiencia cardíaca. Sin embargo, advierte que se necesitan más investigaciones para comprender completamente los riesgos para la salud asociados con el vapeo.

Aunque este estudio observacional sugiere una asociación entre el uso de cigarrillos electrónicos y la insuficiencia cardíaca, los expertos enfatizan la necesidad de investigaciones adicionales para comprender completamente los efectos del vapeo en la salud cardiovascular. Mientras tanto, instan al público a ser consciente de los posibles riesgos y a seguir de cerca las investigaciones futuras sobre este tema.

Con la esperanza de arrojar más luz sobre esta cuestión, los investigadores esperan continuar investigando para mejorar la comprensión de los efectos del vapeo en la salud pública.