Son varias las investigaciones que han apuntado a replicar el éxito de las vacunas COVID que utilizan la tecnología de ARN mensajero (ARNm) en el desarrollo de preparados contra el cáncer como el de mamas, riñón y los melanomas.
La tecnología de ARNm no es nueva: se comenzó a utilizar en la década de los ’90. Su gran característica es que puede aislar el virus para cultivarlo, purificarlo e inactivarlo, sin la necesidad de secuenciarlo genéticamente.
Es por ello que los ensayos de fase 2 contra el cáncer entregan increíbles esperanzas a las personas. Sin embargo, ¿qué ocurre con los pacientes que padecen VIH?
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Una de las grandes críticas que ha generado la pandemia es el amplio respaldo económico a diferentes farmacéuticas para variados desarrollos de vacunas contra el SARS-CoV-2 en tiempo récord, mientras que esta ayuda no ha sido la misma para combatir el VIH, el virus que causa el SIDA.
Para hacer frente a aquello, investigadores del laboratorio Moderna, NIAID y la Iniciativa Internacional para la Vacuna contra el SIDA (IAVI), anunciaron hace unas semanas los prometedores resultados que entregó su vacuna experimental probada en monos, logrando ser segura y desarrollando niveles medibles de anticuerpos neutralizantes.
Debido a estos increíbles resultados, hace tan solo unos días esta vacuna con tecnología ARNm fue probada en 56 adultos sanos y sin VIH en Estados Unidos, como parte de su ensayo de Fase 1.
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“Estamos emocionados de avanzar en esta nueva dirección en el diseño de vacunas contra el VIH con la plataforma de ARNm de Moderna. La búsqueda de una vacuna contra el VIH ha sido larga y desafiante, y contar con nuevas herramientas en términos de inmunógenos y plataformas podría ser la clave para lograr un progreso rápido hacia una vacuna eficaz contra el VIH que se necesita con urgencia”, manifestó Mark Feinberg, presidente y director ejecutivo de IAVI.
¿Cómo funciona?
El objetivo es lograr una estimulación en la producción del anticuerpo bnAb, uno capaz de actuar contra el sinnúmero de variantes circulantes del VIH.
Esto quiere decir que al igual que las vacunas que combaten al COVID-19, este preparado envía instrucciones a las células, en este caso a combatir dos partes del virus del VIH llamadas Env y Gag. Luego de la inmunización, las células musculares producen partículas similares al virus en sus superficies, estimulando una respuesta inmune.
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