En la exitosa serie The Last of Us, los personajes identifican a los zombis entre ellos por los hongos que brotan de sus cuerpos, y los parásitos fúngicos manipulan a los humanos para infectar a las comunidades que los rodean.
En la escena inicial del segundo episodio (alerta de spoiler, no sigas leyendo si no has llegado a ese capítulo), se le pregunta a una micóloga cómo pueden contener la propagación de una infección fúngica inusual que arrasa la ciudad.
Con temor, la experta responde: “no hay vacuna”. La única salida, dice, es “bombardear esta ciudad”. Si bien puede parecer un poco dramático y es muy poco probable que esto ocurra, es cierto que no existen vacunas aprobadas para las infecciones fúngicas.
There is no medicine. There is no vaccine. #TheLastOfUs pic.twitter.com/jJmxMEpFik
— The Last of Us (@TheLastofUsHBO) January 25, 2023
Lo que sí es real es que las infecciones fúngicas causan más de 1,5 millones de muertes cada año y no existe una inoculación para prevenirlas.
Pero, una nueva vacuna desarrollada por investigadores de la Universidad de Georgia, en EE.UU., podría convertirse en la primera inmunización clínicamente aprobada para proteger contra las infecciones fúngicas invasivas.
Los científicos realizaron pruebas con roedores y primates. El grupo que recibió la vacuna tuvo mejores posibilidades de supervivencia en comparación a los animales no vacunados.
La vacuna experimental está diseñada para proteger contra los tres patógenos fúngicos más comunes que son responsables de más del 80% de las infecciones fúngicas mortales:
- Aspergillus
- Candida
- Pneumocystis
“Debido a que se dirige a tres patógenos diferentes, la vacuna tiene el potencial de ser innovadora en lo que respecta a las infecciones fúngicas invasivas”, señaló en un comunicado Karen Norris, investigadora principal y académica de la Facultad de Medicina Veterinaria, quien también es docente en el Centro de Vacunas e Inmunología de dicha casa de estudios.
De acuerdo a la experta, existen planes en marcha para desarrollar la vacuna para un ensayo de seguridad de Fase I, es decir, en humanos. Pasará algún tiempo antes de que los pacientes se beneficien potencialmente de esta inyección.
“Esta es un área que ha estado subdesarrollada en el frente de la investigación durante mucho tiempo”, agregó Norris.
El estudio fue publicado en la revista PNAS Nexus.
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