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El uso de las redes sociales puede significar abrir el espectro de la vida social, conocer nuevas personas y, eventualmente, tener algún acercamiento afectivo/sexual o sexual.

El claro ejemplo son las aplicaciones de citas, como Tinder, Grinder, Badoo o Happn. Si bien el amor puede estar en cualquier red social o espacio físico real, investigadores del renombrado Instituto Superior de Psicología Aplicada (ISPA), en Lisboa, se propusieron investigar el impacto que tienen estas aplicaciones virtuales en la vida sexual de las parejas.

“El uso de nuevas tecnologías, como los teléfonos inteligentes y las redes sociales en línea, se vuelve problemático cuando adquiere cualidades adictivas que interfieren en el bienestar y en actividades importantes. El uso problemático de los teléfonos inteligentes y las redes sociales en línea se ha relacionado con muchas formas de psicopatología”, detallan los autores.

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Para examinar las correlaciones entre el funcionamiento sexual y el uso de las redes sociales, el equipo encuestó a 1.446 personas de Portugal, de las cuales 1.166 entregaron información respecto al uso de sus teléfonos inteligentes y 683 sobre el uso de aplicaciones de redes sociales.

Con los datos entregados por los voluntarios, evaluaron:

  • Índice de función sexual femenina (FSFI).
  • Índice internacional de función eréctil (IIEF-15).
  • Escala de adicción a los teléfonos inteligentes.
  • Prueba de adicción a Internet (IAT), especialmente al uso de las redes sociales.

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¿Qué ocurre si pasas mucho tiempo en redes sociales?

En el caso femenino, el estudio publicado en la revista Science Direct revela que el abuso de redes sociales está correlacionado con un menor deseo, menor excitación, menor lubricación, dificultad para tener orgasmos, insatisfacción sexual, dolor coital y angustia sexual.

Mientras que en los hombres se relaciona con una función eréctil más baja, dificultades para tener orgasmos, insatisfacción con las relaciones sexuales, insatisfacción sexual general, aunque no afecta el deseo.

El equipo detalla que el uso problemático de teléfonos inteligentes no afecta tanto como las redes sociales, y que la edad no influye en los resultados.

Concluyen que el uso problemático de las redes sociales sí está asociado con las dificultades sexuales.

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