La araña de rincón (Loxosceles laeta) es considerada como la más peligrosa de su género Loxosceles, ya que su mordedura produce reacciones sistémicas severas e incluso la muerte.
Asidua de grietas y rincones de difícil acceso, está presente de norte a sur en Chile, pero también es común en Perú, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Argentina, Paraguay y el sur de Brasil. A pesar de su popularidad, no hay un tratamiento específico luego de su picadura.
Por ello, un grupo de investigadores de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Concepción, junto con académicos de la Universidad Arturo Prat y la Universidad de Antofagasta, se encuentran trabajando en el desarrollo de un tratamiento enfocado en el sitio de la mordedura.
Este tratamiento recibe el nombre de coayudante porque no quiere reemplazar el tratamiento convencional, sino que busca ser “una solución tecnológica en casa a un problema que hasta ahora no tiene medidas paralelas”, según reporta La Tercera.
“En este momento lo que estamos haciendo es describir y establecer los extractos de estas plantas medicinales que son efectivas y seguras, y dilucidar el mecanismo de acción para luego poder, si encontramos financiamiento, ir a un modelo biológico más complejo que podría ser, por ejemplo, un modelo animal”, explicó al medio de comunicación Marcia Avello, químicofarmacéutica de especialidad en farmacognosia y fitoterapia.
Las personas suelen poner hielo sobre la zona afectada y luego acudir al servicio de urgencia con la captura o fotografía de la araña para permitir su identificación. El tratamiento propuesto por los expertos conlleva “una medida de auto atención en casa”, en que el paciente pueda acudir al coayudante que impide o disminuye los efectos dañinos sobre los tejidos.
Un joven de 16 años descubre un nuevo tipo de araña de rincón en Coquimbohttps://t.co/B0skcwpHCx
— Futuro 360 (@futuro_360) April 18, 2022
“En el fondo el paciente lucha solo con todas las defensas que tenemos, y lo demás es un apoyo vital. Por lo que este coayudante significaría una tremenda ayuda para evitar que el daño que hace este veneno sea mayor y se distribuya a nivel orgánico en forma tremendamente peligrosa”, sostuvo.
Por el momento, el equipo busca financiamiento para seguir con las pruebas y lograr desarrollar un antídoto de calidad.
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