El proceso de vacunación para personas inmunocomprometidas es sumamente importante, ya que tienen un sistema inmunitario mucho más debilitado.
Para conocer la eficacia de los preparados contra el COVID-19 en estos pacientes, investigadores de la Universidad de Southampton, Reino Unido, tomaron muestras sanguíneas de 457 adultos que padecen cáncer a la sangre o linfoma.
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“Las personas con neoplasias malignas hematológicas tienen un mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19, incluso si han sido vacunadas”, detallan.
Los pacientes fueron monitoreados antes y después de recibir su primera dosis de Oxford/Astrazeneca o Pfizer/BioNTech.
El equipo descubrió que al administrar una tercera dosis, el 92% de los pacientes mostró una mejora en la respuesta de anticuerpos, una que logró bloquear la unión del virus a la proteína ACED2.
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“Esto sugiere que los anticuerpos inducidos en pacientes con linfoma funcionan de manera similar a los de los donantes sanos“, explicó el Dr. Sean Lim, líder de la investigación publicada en Nature Cancer.
Lo que destacan es que estas mejoras en la respuesta de anticuerpos y las células T no se observaron en pacientes que recientemente recibieron cierto tratamiento con anticuerpos para tratar su cáncer.
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