En la búsqueda indispensable por mejorar el rendimiento deportivo, muchas personas recurren a los suplementos como una opción atractiva. Sin embargo, un estudio realizado por investigadores de Cambridge Health Alliance y la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos, ha revelado que no siempre obtenemos lo que pagamos al adquirir estos productos.
Los suplementos contienen ingredientes que no están en la etiqueta
El frase “obtienes lo que pagas” se ve cuestionado en este nuevo análisis, que resulta que hay 57 suplementos deportivos disponibles en el mercado, por lo que el equipo quiso analizar si estos productos contenían los ingredientes clave que afirmaban en sus etiquetas.
Los resultados fueron impactantes
La investigación, publicada en la revista JAMA Network Open, encontró que más de un tercio de los suplementos analizados no contenían la cantidad detectable del ingrediente que supuestamente debería tener. Además, la mitad de los productos mostró una cantidad incorrecta, y un 12 por ciento incluso contenía aditivos ilegales.
Los secretos detrás de los suplementos deportivos: ¿Una industria sin control?
La regulación de los suplementos en los Estados Unidos y otros países como Australia ha sido objeto de debate. Mientras que muchos podrían pensar que los suplementos deberían ser tratados como una subcategoría de medicamentos debido a su propósito de mejorar la salud, la realidad es que la FDA los clasifica como una subcategoría de alimentos.
Esto significa que estos productos no pasan por una aprobación previa por parte de la FDA para garantizar su eficacia y seguridad. En cambio, la agencia se centra en controlar los nuevos productos una vez que están en el mercado y, si hay evidencia de daño, proceda a eliminarlos de las estanterías.
Este enfoque ha dado lugar a la presencia de una gran cantidad de nuevos ingredientes y suplementos en los últimos años, alcanzando la cifra sorprendente de más de 75,000 productos de suplementos dietéticos vendidos solo en los Estados Unidos.
El problema radica en que la falta de una regulación previa puede generar riesgos impredecibles para los consumidores.
El estudio encontró suplementos etiquetados incorrectamente que contenían ingredientes prohibidos por la FDA, incluido un medicamento no aprobado disponible en Rusia y otros que nunca habían sido aprobados en ningún país.
Aunque el estudio se centró en una muestra relativamente pequeña de suplementos, sus pruebas subrayaron la necesidad de una mayor investigación para determinar el verdadero alcance de este problema y garantizar la seguridad de los consumidores.
En este sentido, los reguladores de medicamentos deben permanecer vigilantes y adaptarse rápidamente a un mercado en constante evolución. En Australia, después de la muerte de varias personas relacionadas con suplementos deportivos de alto riesgo, la Administración de Productos Terapéuticos (TGA) ha decidido regularlos como medicamentos en lugar de “alimentos deportivos”.
Si bien los suplementos pueden ser útiles para algunas personas, este estudio resalta la importancia de ser cauteloso al seleccionar y consumir estos productos. Consultar a un profesional de la salud antes de incorporar cualquier suplemento en la dieta es fundamental para garantizar que se obtengan los resultados deseados sin comprometer la salud.
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