(CNN Español) – La subvariante de Ómicron BA.5 está generando una nueva ola de contagios, no solo en Estados Unidos sino en otros países a nivel mundial. Según un estudio, la subvariante no solo es más contagiosa sino que los síntomas de COVID-19 suelen ser más severos.
El Dr. Elmer Huerta nos resume lo que debemos saber de esta nueva subvariante.
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Hola, soy el Dr. Elmer Huerta y esta es su dosis de información sobre el nuevo coronavirus. Información que esperamos sea de utilidad para cuidar de su salud y la de su familia.
Hoy veremos como la pandemia se está convirtiendo a nivel mundial en la pandemia de la subvariante BA.5, situación que tiene en vilo —por su impredecibilidad y consecuencias— a los expertos de salud pública en el mundo.
Ómicron y sus subvariantes: el talón de Aquiles de la pandemia
Desde su aparición a fines de noviembre del 2021, la familia de subvariantes de Ómicron ha tomado el planeta por asalto.
Como lo escuchamos en el episodio del 4 de julio, la familia Ómicron se caracteriza por su extraordinario contagio y por su enorme capacidad de burlarse de los anticuerpos producidos por la enfermedad natural COVID-19 y por las diversas vacunas contra el SARSCoV-2.
El asunto es que —como en el efecto dominó— en el que las piezas de domino caen una detrás de otra como una cascada, cada una de las nuevas subvariantes de Ómicron ha ido desplazando a la anterior.
Así, se tiene que desde que apareció la primera variante Ómicron BA.1 en noviembre del 2021. Esta se convirtió rápidamente en la variante dominante en gran parte del mundo.
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Su puesto de dominio fue superado —también rápidamente— por la subvariante BA.2 y su subvariante BA.2.12.1. Estas últimas fueron luego inmediatamente rebasadas por las subvariantes BA.4 y BA.5, siendo esta última, la que en las últimas semanas se está extendiendo muy rápidamente en varios países del mundo.
Las tasas de infección que deja la subvariante BA.5
Al respecto, en la semana que concluyó el 2 de julio, la subvariante BA.5 causó casi el 54% de los casos de COVID-19 en Estados Unidos y junto a la BA.4 causaron casi el 70% de los casos en ese país.
Esta nueva etapa de la pandemia se caracteriza por un enorme número de personas contagiadas pero que, como lo escuchamos también en el episodio del 4 de julio, tiene felizmente un relativo bajo número de muertes.
Sin embargo, y este es un asunto que preocupa a las autoridades de salud pública, la subvariante BA.5 podría estar ocasionando un mayor número de hospitalizaciones que las subvariantes que la precedieron, situación que, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), no sería consecuencia de una mayor gravedad de las infecciones causadas por la subvariante BA.5, sino que sería simplemente un artefacto creado por el altísimo número de infecciones, que proporcionalmente aumentarían el número de hospitalizaciones.
Pero el punto fundamental de esta pandemia de BA.5 es que esta subvariante está infectando a millones de personas que ya tenían inmunidad natural o adquirida contra el SARSCoV-2, lo cual significa que las personas pueden enfermar por segunda, tercera y hasta cuarta vez de COVID-19.
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Los riesgos de la variante
Al respecto, una reciente prepublicación advierte que con cada episodio de reinfección, el riesgo de presentar síntomas más severos es mayor, algo que va en contra de la creencia popular de que si uno se infecta más veces, está desarrollando mayor inmunidad y, por lo tanto, la enfermedad es más leve cada vez.
El estudio, hecho en Estados Unidos, comparó las historias clínicas electrónicas de más de 250.000 personas que dieron positivo por COVID-19 una vez, con los de casi 39.000 personas que tuvieron dos o más infecciones de COVID-19 documentadas en sus historias médicas.
Todos esos casos de infección y reinfección se compararon con un grupo de control, formado por más de 5,3 millones de personas que no tuvieron COVID-19.
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De las casi 39.000 personas que tuvieron una reinfección; 36.000 la tuvieron por segunda vez, aproximadamente 2.200 por tercera vez, y 246 por cuarta vez.
Los resultados indicaron que —comparadas con las personas que no tuvieron COVID-19— las personas que tuvieron reinfecciones tuvieron más del doble de riesgo de morir y tres veces el riesgo de ser hospitalizados dentro de los seis meses posteriores a su última infección.
Los síntomas poscontagio con la BA.5
También se vio que las personas que se reinfectaron tuvieron mayor riesgo de:
- Problemas pulmonares y cardíacos
- Fatiga
- Trastornos digestivos y renales
- Diabetes
- Y problemas neurológicos después de cada reinfección, síntomas que podían durar por lo menos seis meses.
Es de preocupación que la probabilidad de presentar síntomas después de la reinfección fue independiente del estado de vacunación de la persona.
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¿Qué hay de la subvariante Centaurus?
Al respecto, una nueva subvariante de Ómicron, encontrada en la India y otros 12 países, llamada BA.2.75 y bautizada por los medios de comunicación como Centaurus, está diseminándose rápidamente por lo que la Organización Mundial de la Salud la ha clasificado como variante de preocupación bajo monitoreo, pues tiene ocho mutaciones nuevas en la espiga.
¿Hacia dónde está yendo esta pandemia? ¿aparecerán otras variantes nuevas? ¿cuándo dejarán de producirse nuevas subvariantes de la familia Ómicron? ¿Será que irán apareciendo nuevas subvariantes cada cierto tiempo y tendremos que acostumbrarnos a ellas hasta que estas se vuelvan más inofensivas?, o ¿será que alguna de estas subvariante cambie radicalmente y cause una enfermedad más seria en personas con su inmunidad intacta?
Nadie sabe la respuesta a esas preguntas, pero de lo que sí se tiene evidencia hasta este momento, es que la pandemia se ha convertido en una seria amenaza para las personas débiles y vulnerables de la sociedad.
Los muy ancianos, los debilitados por sufrir de cáncer, enfermedades cardíacas crónicas, y los inmunosuprimidos, son en este momento las principales víctimas de la pandemia.
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Si la tendencia continua así, ¿cuáles serán las políticas de salud que desarrollen los Gobiernos para proteger a los más vulnerables de la sociedad?, y al mismo tiempo, ¿cuál será nuestra actitud para proteger a nuestros amigos y familiares más vulnerables?
Veremos que sucede en el futuro cercano, pero nuevamente debemos concluir —como lo hicimos en el episodio anterior— que la gran pandemia del 2019, no ha terminado.
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