Cuando se inflaman sus mucosas, se bloquean los orificios de drenaje y se acumula secreción en senos frontales y maxilares del rostro, se produce lo que se conoce comúnmente como sinusitis.
Las cavidades o áreas tienen una función muy importante en la fisiología nasal. En situaciones normales, el aire puede pasar a través de ellos sin problemas, pero cuando no, aparece esta infección.
“Las causas pueden ser muy variadas. Habitualmente se generan por infecciones virales o bacterianas derivadas de un estado gripal, pero también puede ser por rinitis alérgica o rinitis crónica”, explica en un comunicado Stella Rodríguez, otorrinolaringóloga de Clínica Bupa Antofagasta.
Los síntomas más comunes son:
● Dolor en la frente, mejillas y alrededor de los ojos
● Dolor de cabeza
● Secreción nasal purulenta
● Congestión nasal que dificulta respirar
● Olor desagradable que proviene de la nariz
● Reducción del sentido del olfato y gusto
● Fiebre
“Además, hay otros factores que influyen, como problemas anatómicos de la nariz (como desviaciones o pólipos), intervenciones dentales, tabaquismo, polución ambiental y enfermedades inmunosupresoras“, añade.
Según la especialista, cuando se está cursando una infección respiratoria o hay una agudización alérgica, hay que poner atención “si hay dolor facial o secreción con mal olor”, para consultar con un especialista. Las infecciones de los senos paranasales” repercuten negativamente en la fisiología nasal”, alterando el drenaje de secreciones.
“Es clave atenderlas a tiempo, para evitar que se vuelvan crónicas o deriven en otras complicaciones”, señala.
Tratamiento contra la infección
Según la experta, generalmente la sinusitis se trata con higiene nasal (realizado con soluciones salinas), antibióticos de amplio espectro y descongestionantes.
“En ocasiones se requiere una cirugía que tiene por objetivo drenar las secreciones y corregir estructuras anatómicas que favorecen el estancamiento de éstas, pero eso hay que verlo caso a caso con un especialista”, añade la Dra. Rodríguez.
Asimismo, hay medidas que se pueden tomar para ayudar a prevenirlas. “Entre ellas, lo principal es corregir las patologías nasales -rinitis o quirúrgicas-, eliminar los malos hábitos y factores de contaminación ambiental; así como reforzar el sistema inmune, realizar ejercicio físico regularmente y procurar una buena alimentación, balanceada y rica en vitaminas, para robustecer las defensas”, agrega la otorrinolaringóloga.
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