Robots toman muestra faríngea para combatir brote de COVID-19 en China

A gran medida China había controlado el virus desde que apareció por primera vez en la ciudad de Wuhan hace más de un año, pero en las últimas semanas el gigante asiático ha visto nuevos brotes locales en todo el país.

El gobierno de Xi Jinping ha implementado cierres localizados, restricciones de viaje y un masivo testeto a decenas de millones de personas. 

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Durante la pandemia, y en medio del temor a los contagios, se utilizaron robots para evitar una propagación del virus. Estos droides reemplazaron a los humanos en roles que van desde porteros de hoteles hasta conductores de entrega de alimentos.

En la ciudad norteña de Shenyang, como parte de una campaña para reprimir el aumento de casos la provincia desplegó brazos robóticos en los centros médicos para tomar muestras faríngea de COVID-19 de una manera más rápida y así reducir el riesgo de contagio.

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El brazo robótico, enfundado en un plástico protector, extiende un hisopo a través de un agujero en la cabina para llegar hacia las amígdalas.

Los movimientos del androide son controlados por un humano quien se guía por una cámara que posee el robot desde una distancia segura.