El medio británico The Sunday Times ha publicado un informe con datos confidenciales en los que declara que científicos chinos en Wuhan estaban experimentando con el virus SARS desde 2017.

La investigación apunta a que China ha estado desde hace años realizando combinaciones de los coronavirus más letales del mundo para crear un nuevo virus mutante, dando como resultado al que ocasionó la pandemia que terminó con la vida de miles de millones de personas.

El artículo, publicado en The Times & The Sunday Times, indica que llegaron a esta conclusión luego de analizar comunicaciones interceptadas de alto secreto, además de revisar cientos de documentos, incluidos memorandos internos, artículos científicos, correos electrónicos obtenidos mediante fuentes o activistas de la libertad de información, e informes previamente confidenciales.

Se dice que era el ejército del gigante asiático el gran financiador de estos experimentos biológicos realizados por científicos del Instituto de Virología de Wuhan. Incluso, detallan que en 2016, investigadores descubrieron un nuevo tipo de coronavirus en un pozo de mina en Monjiang, responsable de varias muertes por síntomas similares a los del SARS.

“Mi opinión es que la razón por la que se encubrió Mojiang se debió al secreto militar relacionado con la búsqueda [del ejército] de capacidades de doble uso en armas biológicas virológicas y vacunas”, dijo un investigador estadounidense en el reportaje.

COVID-19: ¿Mutación natural o creación humana?

El extenso reportaje dice que si bien desde 2017 se han encontrado experimentando con el virus, en realidad desde 2003 el Instituto de Virología de Wuhan comenzó a buscar los orígenes del SARS.

Los periodistas a cargo del reportaje incluso realizaron entrevistas a tres miembros del equipo, quienes revelaron que se realizaban experimentos en serie con al menos uno de los virus encontrados en la mina en 2016.

El objetivo de ese programa clasificado era hacer que los virus de las minas fueran más infecciosos para los humanos. Es ahí donde se cree que condujo a la creación del COVID-19, lo que dio como resultado una filtración en la ciudad luego de un accidente de laboratorio.

Una información relevante en todo este relato es que los investigadores estadounidenses detallaron que la británica experta en murciélagos y profesora asociada en la Academia de Ciencias de China, Alice Hughes, era la encargada de supervisar el instituto de Wuhan y trabajó en las minas, pero el gobierno chino le prohibió hablar con los medios de comunicación sobre sus investigaciones.

Esto provocó que ella abandonara China y se mudara a Hong Kong para no seguir siendo vigilada por el servicio de seguridad chino.

El reportaje hace un extenso repaso por la historia entre China y su estudio del virus SARS desde el inicio de la década.

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