Preocupante estudio descubre microplásticos en arterias de pacientes con problemas cardíacos

Una investigación reciente ha revelado un descubrimiento alarmante: microplásticos encontrados en depósitos grasos dentro de las arterias humanas podrían estar vinculados a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluidos accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.

El estudio, liderado por el investigador médico Raffaele Marfella de la Universidad de Campania en Nápoles, Italia, analizó muestras de placas grasas extraídas quirúrgicamente de pacientes sometidos a endarterectomía carotídea, un procedimiento para limpiar arterias obstruidas.

Los resultados fueron preocupantes: casi el 60% de los pacientes tenían microplásticos detectables en las placas, con un 12% también mostrando la presencia de policloruro de vinilo (PVC), un plástico utilizado en una variedad de productos cotidianos como tuberías de agua y botellas de plástico.

Estos microplásticos, incluido el PVC y el polietileno, el plástico más comúnmente producido, se encontraron incrustados en las células grasas y en los macrófagos, células del sistema inmunológico. Además, se observaron niveles más altos de marcadores inflamatorios en pacientes con microplásticos en sus placas.

Aunque el estudio no pudo concluir definitivamente que los microplásticos causen enfermedades cardiovasculares, señala una asociación preocupante. Los investigadores también destacaron que las concentraciones de microplásticos en estos estudios podrían no reflejar completamente la exposición del mundo real de las personas, y se necesita más investigación en humanos para comprender completamente los riesgos para la salud.

La producción de plásticos ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, pero solo una fracción se recicla. A pesar de esto, las tasas de enfermedades cardiovasculares han disminuido en algunas partes del mundo, lo que destaca la necesidad de investigar más a fondo el vínculo entre los microplásticos y la salud humana.

El estudio, publicado en la Revista de New England Journal of Medicine, plantea preguntas urgentes sobre cómo reducir la exposición a los microplásticos y la necesidad de una mayor conciencia sobre los riesgos para la salud asociados con la contaminación plástica.