Hace algunos meses, la farmacéutica Merck remeció el estudio de la pandemia al anunciar que su píldora antiviral contra el COVID-19 reduce en un 50% las hospitalizaciones por contagio grave.
Posterior a ello, Reino Unido se convirtió en el primer país en el mundo en autorizar su uso de emergencia para pacientes con diagnóstico leve, personas inmunocomprometidas y adultos mayores durante los primeros cinco días desde la aparición de los síntomas COVID-19.
Ahora, Merck presentó los datos finales del análisis del ensayo de Fase 3, el que indica que este innovador tratamiento es significativamente menos efectivo que lo anunciado inicialmente.
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Este nuevo análisis, abarcó a los 1.433 personas que participaron en el ensayo de Fase 3 y no al informe previo de 775 sujetos. Allí encontraron que el 9,7% de los grupos de placebo experimentaron una hospitalización o muerte por COVID, en comparación al 6,8% presente el grupo que tomó el antiviral.
Esto quiere decir que molnupiravir sí reduce el riesgo de hospitalización o muerte de una persona contagiada por SARS-CoV-2, pero no en un 50% sino que en un 30%.
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Las nuevas cifras fueron presentadas en una reunión del Comité Asesor de Medicamentos Antimicrobianos (ADAC) Durante la semana. ADAC es quien emite las recomendaciones para autorizar medicamentos antimicrobianos.
Su autorización abrió la puerta a las posibilidades de una protección contra el virus de manera equitativa, puesto que aún existe un gran porcentaje de personas en el mundo que no se han vacunado debido a que no tienen los recursos necesario para adquirirlas o de plano, no poseen un almacenamiento necesario para su resguardo.
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