(CNN) – Si bien se puede suponer que solo quienes tienen sobrepeso deben preocuparse por el impacto de un corazón graso, la realidad es que las personas delgadas también pueden tener esta afección que puede poner en peligro la vida.
El exceso de grasa pericárdica, que rodea el corazón, aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca, independientemente de cuánto pese una persona, según una nueva investigación estadounidense publicada en Journal of the American College of Cardiology.
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“Ser obeso duplica el riesgo de insuficiencia cardíaca (…) Pero tener un exceso de grasa pericárdica aumenta aún más esta posibilidad, más allá del riesgo asociado a indicadores como el índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia de la cintura”, dijo el autor del estudio, el Dr. Satish Kenchaiah.
“Estos hallazgos destacan que el tejido adiposo alrededor del corazón puede ser particularmente peligroso para la salud del corazón“, manifestó el Dr. Gregg C. Fonarow, profesor de medicina cardiovascular en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que no participó en el estudio.
Estar delgado no equivale a un corazón sano
Tener un peso corporal saludable no necesariamente protege a las personas contra la acumulación de grasa alrededor del corazón o el daño asociado con ella, recalcó esta investigación en la que participaron 6.785 personas divididos casi por igual entre mujeres y hombres.
De los participantes delgados, o quienes tienen un IMC de menos del 25, el 10% tenía una gran cantidad de grasa pericárdica. Ese número se elevó al 29% para las personas con sobrepeso, es decir, con un IMC entre 25 y menos de 30, y al 55% para el grupo considerado obeso, con un IMC igual o superior a 30.
Independientemente del peso corporal, cuanto mayor sea la cantidad de grasa pericárdica presente, mayor será el riesgo de insuficiencia cardíaca, hallaron los expertos. “No es solo la cantidad total de grasa corporal, sino el depósito concentrado de grasa alrededor del corazón”, dijo Kenchaiah.
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“Evaluar la salud es mucho más que conocer el peso corporal“, sostuvo Kristen Smith, nutricionista dietista. “Una persona con un IMC normal puede tener grasa almacenada en lugares de su cuerpo que podrían aumentar su riesgo de enfermedades crónicas e insuficiencia cardíaca”, añadió
“Este estudio es un buen ejemplo de por qué los proveedores de atención médica deben centrarse en hablar sobre comportamientos saludables, no solo sobre el peso corporal“, recalcó Julie Stefanski, nutricionista dietista registrada y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética.
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