Un nuevo estudio realizado por investigadores de Estados Unidos y Alemania sugiere que incluso pequeñas dosis de LSD podrían tener beneficios terapéuticos para la salud mental y el rendimiento en tareas. El estudio, publicado en Neuropsychopharmacology, revela que dosis de 13 o 26 microgramos de LSD, que rara vez producen efectos alucinatorios, pueden aumentar la complejidad cerebral en un 12% en comparación con un placebo, sin alterar la conciencia.
El LSD, creado accidentalmente en la década de 1930, activa un tipo específico de receptor de serotonina en el cerebro, lo que resulta en patrones de actividad cerebral más complejos. Esta mayor complejidad neural, según la “hipótesis del cerebro entrópico”, podría interrumpir patrones de pensamiento y comportamiento poco útiles, lo que sugiere beneficios terapéuticos bajo las condiciones adecuadas.
La microdosificación de LSD ha ganado atención en la última década por sus posibles beneficios para el estado de ánimo, la creatividad y la energía. Aunque la ciencia detrás de estas afirmaciones sigue siendo incierta, el estudio sugiere que la microdosificación podría ser una terapia atractiva si se pueden lograr los efectos positivos de las dosis altas sin los riesgos asociados con los estados alterados de conciencia.
Sin embargo, los ensayos clínicos aún no han demostrado beneficios generales de la microdosificación de LSD, y los posibles riesgos no están claros. Los investigadores señalan que se necesita más investigación para evaluar si la mayor complejidad cerebral observada en el estudio produce resultados cognitivos, conductuales o terapéuticos, pero sugieren que podría tener relevancia en la terapia psiquiátrica.
El estudio también destaca la necesidad de mejores escalas para capturar con precisión los efectos psicodélicos del LSD. Aunque algunos participantes informaron pequeños aumentos en la ansiedad y la euforia después de tomar dosis de 26 microgramos, los cambios en la conciencia autoinformada fueron mínimos.
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